CARRETERAS
'Suspende' en seguridad la C-12 a su paso por Balaguer
El RACC advierte de que no hay suficientes elementos reductores de la velocidad || Aunque ‘aprueba’ en mobiliario y arbolado
Una auditoría del Real Automóvil Club de Catalunya (RACC) ha ‘suspendido’ en seguridad viaria a la travesía urbana de Balaguer (C-12). El informe de la entidad apunta que el 80% de la vía no dispone de elementos reductores de velocidad y que el 25% de los vehículos que circulan por el núcleo urbano lo hacen superando la velocidad máxima permitida.
Asimismo, apuntan que la carretera permite el giro a la izquierda en puntos peligrosos y sin carril de separación y que, en general, los pasos de cebra están mal iluminados. Por el contrario, Balaguer ‘aprueba’ en la adecuación urbana “gracias a la elevada presencia de árboles y mobiliario urbano y los bajos niveles de impacto acústico”.
En el conjunto de los elementos analizados en la auditoría, esta carretera obtuvo una puntuación de 43 sobre 100, similar a la que obtuvieron las travesías de Ponts, Bellcaire y Alcarràs en anteriores informes.
El RACC propone mejorar la iluminación y el estado de las aceras y de las paradas de transporte público. Además, recomienda reducir la anchura de los carriles, una actuación que ayudaría a reducir la velocidad de los vehículos que circulan por esta vía.
A la espera de la variante norte para descongestionar el centro El alcalde de Balaguer, Jordi Ignasi Vidal, anunció a mediados del mes de marzo que las obras de la variante norte o del Secà se abordarían en breve porque hay una partida en los fondos de la Generalitat para este año y otra para 2018. La variante permitirá a los vehículos que se dirigen a Les Avellanes y Àger evitar el paso por el interior del núcleo urbano de la capital, lo que reducirá el tráfico en algunas vías como la calle Urgell o el Passeig dels Erals. Además, en el acceso desde la travesía al puente de Sant Miquel se han registrado accidentes, porque es un paso muy estrecho que obliga a los vehículos a maniobrar si vienen camiones en sentido contrario. Las obras están adjudicadas desde 2010 a Acsa-Sorigué por 3,5 millones de euros.