INFRAESTRUCTURAS CARRETERAS
La A-14, blanca por una nueva técnica para aplicar el asfalto
Cal para preservar la emulsión que une las capas del aglomerado
Las calzadas del tramo en obras de la autovía A-14 entre Lleida y Rosselló exhiben esta semana un inusual color blanco. Están cubiertas de una capa de cal mezclada con agua, una nueva técnica de asfaltado para favorecer la unión entre capas de aglomerado, según explicó ayer la delegación de Carreteras del Estado en Catalunya.
Se trata de una capa de protección denominada “lechada de cal” que se extiende sobre la calzada tras aplicar el riego de adherencia, la emulsión que une cada capa de aglomerado con la siguiente. De este modo, vehículos de la obra pueden circular sin deteriorarlo y cada nueva capa de aglomerado se adherirá mejor a la anterior. Carreteras indicó que las pruebas con este sistema están dando buenos resultados y que la obra está ya en las últimas etapas, si bien todavía no hay fecha para su entrada en servicio. La subdelegada del Gobierno, Inma Manso, avanzó que los trabajos podrían concluir a finales de junio.
La apertura este tramo de la autovía dará continuidad al que ya está en servicio entre Rosselló y Almenar, que ha registrado una escasa afluencia de tráfico desde su apertura en 2012. Pocos circulan por él debido a que es necesario un largo rodeo desde la N-230 para recorrer solo diez kilómetros antes de tener que regresar a la carretera nacional. Con el nuevo tramo, la A-14 sumará 16 kilómeros y permitirá evitar una veintena de rotondas en la N-230 entre Lleida y Almenar.