Baiasca, 2 años de incertidumbre

“El único problema que tiene Baiasca es la carretera”, afirman Joan Jansat y Loli Cacereño, un matrimonio que pasa parte del año en el pueblo, mientras señalan el punto donde el pavimento se resquebraja por la erosión del suelo bajo la calzada. Es el lugar donde tres desprendimientos en mayo de 2015 y otro un año después amenazaron con dejar el pueblo aislado. El municipio destinó 25.000 euros a instalar mallas y anclajes y a construir un muro para garantizar el paso, pero la carretera ha empezado a hundirse ahora hacia el lado opuesto a la ladera.

“Una vecina se ha marchado y otros quieren hacerlo”, corroboraron Jansat, Cacereño y otros vecinos. La semana pasada, explicaron, un grupo de holandeses visitó las casas en venta. “Dijeron que les gustaba el lugar, pero que pasar por nuestra carretera les disuadió de comprar”, relataron.

El presidente de la EMD expresó su deseo de que los trabajos avancen “lo más rápido posible”

A pocos metros del lugar de los desprendimientos, un talud construido a finales del año pasado para la nueva carretera aparece encharcado. La Diputación redactó el proyecto para el nuevo acceso a Baiasca e inició las obras el pasado mes de noviembre, aunque quedaron interrumpidas poco después, cuando el invierno impidió continuar los trabajos.

No llegaron a reanudarlos al llegar la primavera. Episodios de fuertes lluvias en las últimas semanas revelaron filtraciones de agua que debilitan parte de taludes de la futura carretera. Esta situación ha hecho patente que será necesario reconsiderar el proyecto inicial y rehacer buena parte de las obras ya ejecutadas. Lo servicios técnicos de la Diputación evalúan ya alternativas mientras, en el pueblo, los vecinos se muestran decepcionados al considerar que, tras dos años de espera, la solución se hará esperar. “Se ha gastado dinero, pero estamos igual”, lamentó Jansat. Por su parte, el presidente de la entidad municipal descentralizada (EMD) de Baiasca y edil de Llavorsí, Jordi Fillet, afirmó que los vecinos se muestran “desesperados” y deseó que las obras “avancen lo más rápido posible”.