Dolça Revolució se hace responsable de las plantas de 'maría' de Pàmies

El juzgado de lo Penal 2 de Lleida acogió este jueves la vista oral contra Josep Pàmies, el horticultor de Balaguer acusado de ser el responsable de una plantación de marihuana y para el que la Fiscalía solicitó una condena de dos años de cárcel y una multa de 16.000 euros por un delito contra la salud pública. Pàmies reiteró este jueves ante la jueza que “para un payés no hay ninguna planta ilegal, por lo que no me arrepiento de nada. La marihuana plantada era para usos terapéuticos y no para traficar. El tabaco mata y es legal”.

Añadió que cedió el terreno a la asociación Dolça Revolució, de la que forma parte y que se dedica al cultivo de plantas con fines medicinales, y destacó que “no tenía nada que ocultar. Los Mossos descubrieron la plantación después de que les llamara para buscar a mi nieta que se había perdido”. La policía catalana decomisó un total de 89 plantas que dieron un peso neto de 1,8 de marihuana kilos en el año 2014.

Cinco socios de Dolça Revolució, entre ella su presidenta y que declararon en calidad de testigos, se hicieron responsables de la plantación. Cada uno de ellos aseguró ser el propietario de dos plantas para uso personal y siempre con fines terapéuticos. La defensa del acusado aportó un documento con el nombre de 46 personas de la entidad que eran propietarios de las plantas.

Por su parte, la fiscal mantuvo que Josep Pàmies, cediendo el terreno, era el responsable de favorecer el consumo de estas plantas ilegales, que no había un control de ellas, no estaban identificados sus responsables y que “el uso con fines terapéuticos debe autorizarse, algo que no pasa en este caso”.

Previamente a la celebración del juicio, medio centenar de personas dieron su apoyo al horticultor bajo la pancarta “Castigar a qui ajuda no és impartir justícia”. Varias personas explicaron que el uso terapéutico les ha permitido recuperarse de sus dolencias.