MEDIO AMBIENTE RESIDUOS
Gestionar el vertedero del Segrià costará 25,7 millones y alcaldes cuestionan la adjudicación
Junto a la inversión para ampliarlo eleva a más de 40 millones el contrato de Valoriza y Romero Polo || Algunos ediles temen sobrecoste por verter basura sin reciclar y la Agència de Residus lo niega
La gestión del vertedero comarcal del Segrià durante los próximos diez años, adjudicada el pasado lunes a la unión temporal de empresas (UTE) de Romero Polo y Valoriza, costará 25,7 millones de euros. Esta cantidad, sumada a los más de 14 millones para ampliar las instalaciones y dotarlas de una nueva planta para recuperar residuos reciclables, eleva a más de 40 millones este contrato, que puede prorrogarse hasta diez años más. Estos datos se presentaron ayer en el consejo de alcaldes, donde algunos ediles criticaron que el Consorci de Residus, que integra a Generalitat, consell y Paeria, eligiera una oferta que figura entre las que plantean depositar en el vertedero de Montoliu un mayor volumen de basura sin reciclar.
La oferta ganadora prevé verter 33.659 toneladas de basura al año tras recuperar desechos reciclables. Solo la de Ferrovial y Constructora de Calaf planteó un volumen mayor, de 36.142 toneladas; mientras que el resto osciló entre las 32.734 y las 21.363. Algunos alcaldes expresaron su temor a que los costes de gestión se disparen por el canon de la Generalitat que grava cada tonelada vertida sin reciclar, y que esto obligue a encarecer los recibos de la basura.
La alcaldesa de Aitona, Rosa Pujol, criticó que esto pueda suponer un “clatellot” a los municipios. “Pobres de nosotros”, concluyó. El alcalde de Torrefarrera, Jordi Latorre, quiso saber si el concurso valoró las ofertas que más basura proponían reciclar. Ambos son ediles de PDeCAT, que gobierna el consell junto al PSC y Unió. Formularon estas objeciones en una sesión a la que no asistió la presidenta comarcal, portavoz del Consorci de Residus y alcaldesa de Aspa, Maria José Invernón, también de PDeCAT.
Respondió el jefe de la oficina técnica de proyectos de la Agència de Residus (ARC), Daniel Vilaró, quien previamente había explicado la adjudicación. Puntualizó que, al valorar las ofertas, “no creyeron” algunas al considerar que prometían altos niveles de reciclaje con equipos insuficientes para alcanzarlos. Añadió que otras proponían verter menos en Montoliu a costa de llevar basura a otras instalaciones. “El canon por verter residuos siempre se paga; el gestor de cada vertedero lo cobra, así que llevar basura fuera no elimina ese coste”, subrayó.
Ofertas eliminadas y zancadillas entre empresas durante 2 años de concursoLa adjudicación el pasado lunes llegó dos años después de que se convocara el concurso, uno de los más largos que se recuerdan en Lleida. La eliminación de dos de las siete ofertas presentadas y la tentativa de una empresa de deshacerse de sus competidores prolongaron el proceso mucho más allá de las previsiones iniciales. Fuentes próximas al proceso explicaron que la UTE de Sorigué y Urbaser fue la primera eliminada al no ajustarse a las cláusulas del concurso. Recursos de estas empresas bloquearon los trámites hasta que el Tribunal de Contractes del Sector Públic falló a favor del Consorci. Sin embargo, esto no despejó el camino para la adjudicación: otra firma aprovechó la ocasión para exigir la eliminación de 3 de sus competidores, lo que volvió a paralizar el concurso hasta que su pretensión se desestimó. El último escollo fue declarar baja temeraria la oferta de Constructora de Calaf y Ferrovial.