Niega que se quedara 52.000 euros de su empresa en Concabella

La Audiencia Provincial de Lleida juzgó este jueves a un vecino de Calafell de 65 años acusado de apropiarse indebidamente de unos 52.000 euros de la empresa de harinas Carmen Balcells Esteve de Concabella, para la que trabajaba como comercial en Tarragona. La Fiscalía solicitó para el procesado que sea condenado a cuatro años de cárcel como autor de un delito continuado de apropiación indebida. La acusación particular, ejercida por Hug Sierra, eleva la petición de cárcel hasta los seis años como autor de un delito de estafa. La defensa pidió la absolución.

Sebastià C.G. aseguró que “en ningún momento me quedé con el dinero de los clientes. Las cantitades que me quedé eran con el consentimiento de palabra de la empresa y correspondían a los gastos que tenía, como el pago de los autónomos, el seguro y las reparaciones de coche y las dietas”. Una versión totalmente contraria a la del gerente y el contable de la empresa, que ante el tribunal afirmaron que detectaron que había cobrado facturas y se había quedado con los importes.

El gerente explicó que “fui a ver uno de los clientes y le dije que nos debía más de 10.000 euros pero él me dijo que la deuda era solo de unos 4.000 euros. Algo no cuadraba. Me reuní con el acusado y el contable y me insinuó que se había quedado con el dinero”.

Por su parte, el contable añadió que “comprobamos que los clientes tenían recibos manipulados ya que en la empresa los imprimíamos con papel continuo (con microcortes, gracias a los cuales se separan las hojas) y los que tenían los clientes eran de papel normal”. Ambos aseguraron que al acusado no se le abonaba ningún tipo de gasto sino que tenía un sueldo fijo de 1.250 euros al mes y una comisión del 5% de las ventas, con lo que, según el gerente, “había meses que superaba los 3.000 euros.

En el juicio, también declararon una quincena de clientes, la mayoría de ellos dueños de panaderías de la provincia de Tarragona, que aseguraron que pagaban en metálico. El asesor laboral del comercial explicó que sí que cobraba dietas. La Fiscalía también solicitó que pague una multa de 6.480 euros e indemnice a la harinera con la cantidad que supuestamente se quedó.