Rull afirma que la viñeta se activará en enero de 2019

El conseller de Territorio, Josep Rull, avanzó este miércoles que la Generalitat prevé poner en marcha la viñeta en las carreteras catalanas en enero de 2019. Se trata de un sistema de cobro por la utilización de las carreteras que sustituirá los peajes, coincidiendo con el fin de las concesiones de las autopistas, situado entre 2019 y 2021 (en el caso de la AP-2 que pasa por Lleida).

La viñeta consistirá en la colocación de un sistema de detección en el parabrisas de los vehículos que permitirá circular por todas las vías catalanas a lo largo de un año. El precio oscilará, según manifestó el secretario de Infraestructuras, Ricard Font, en mayo, entre los 40 y los 110 euros al año, que garantizarán que se levanten las barreras que hay actualmente en los peajes.

El ministerio de Fomento ya ha mostrado su oposición al proyecto de peajes de la Generalitat

El conseller de Territorio explicó este miércoles en declaraciones a TV3 que el departamento está ultimando los contactos con los agentes implicados en el debate sobre la implantación de la viñeta y prevé que antes de que finalice el año la Generalitat aprobará la ley para que se pueda tramitar en el Parlament a lo largo de 2018 y entre en vigor a principios del siguiente ejercicio.

Rull reiteró que el ministerio de Fomento rechaza la iniciativa de la Generalitat, y así se lo ha comunicado el propio ministro, Íñigo de la Serna, lo que puede suponer un obstáculo, ya que el ejecutivo catalán necesita la aprobación del Gobierno central para llevar adelante esta medida.

La Generalitat defiende que este sistema de viñeta se utiliza con éxito en carreteras de Suiza o Austria y que los ingresos se destinan íntegramente al mantenimiento de las propias carreteras. La idea es que los turistas y conductores de paso que utilicen las vías rápidas catalanas de forma puntual paguen la parte proporcional a un día, semana o mes.

Según la conselleria de Territorio, el proyecto de la Generalitat implicaría un ahorro de 300 millones de euros en peajes a la sombra y bonificaciones, que podrían destinarse a la promoción del transporte público.