TURISMO
Trabajo exige un millón a escuelas de esquí para 'regularizar' a sus monitores
Sus inspecciones instan a dar de alta como asalariados a más de 200 autónomos
Inspecciones de Trabajo meses atrás a la gran mayoría de las escuelas de esquí de Lleida se han saldado con diligencias que cuestionan la contratación de monitores autónomos y exigen darlos de alta como trabajadores asalariados desde el inicio del pasado invierno. El sector estima que el coste de hacerlo superaría ampliamente el millón de euros.
Casi todas las escuelas de esquí del Pirineo de Lleida fueron objeto de inspecciones de Trabajo a principios de este año, que se saldaron con diligencias que instan a parte de ellas a “regularizar” la situación laboral de más de doscientos monitores que impartían clases como trabajadores autónomos.
Las inspecciones consideraron irregulares estas contrataciones e instaron a darles de alta en el régimen general de la Seguridad Social (es decir, convertirlos así en trabajadores asalariados) con efectos desde el inicio de la temporada de invierno y hasta el pasado mayo. Los centros afectados estiman que el coste de hacerlo superaría ampliamente el millón de euros en concepto de cotizaciones e IRPF.
Estas primeras diligencias no han derivado por ahora en procedimientos de infracción. Sin embargo, advierten a las escuelas que la propia Seguridad Social podrá dar de alta “de oficio” en el régimen general a los monitores autónomos si ellas no lo hacen.
Si bien las principales afectadas suman por sí solas más de doscientos, fuentes sindicales apuntaron que el número de autónomos que imparten clases en las pistas leridanas podría elevarse por encima de los trescientos. Trabajo, por su parte, no facilitó información sobre el alcance de estas inspecciones, que se extendieron también a los contratos del personal de las propias estaciones y de negocios como tiendas de alquiler y venta de material para esquiar.
Responsables de algunas de las escuelas afectadas se mostraron sorprendidos ante el “cambio de criterio” de la inspección de Trabajo este año, tras inspecciones anteriores que habían concluido sin constatar irregularidades. En este sentido, recordaron que la contratación de autónomos había sido la fórumula predominante desde los años ochenta. En cambio, otros centros explicaron que habían recibido avisos previos y apuntaron que incluso la propia Generalitat convocó al menos una reunión informativa sobre esta cuestión hace más de un año.
Precisamente por eso, algunas escuelas de esquí de las comarcas del Pallars Sobirà y del Solsonès señalaron que el pasado invierno fue el primero en que todos sus monitores fueron contratados como trabajadores por cuenta ajena en lugar de como autónomos (otras lo hacían ya con anterioridad).
Casi todas ellas corroboraron que recibieron también inspecciones de Trabajo durante el pasado invierno, si bien las suyas concluyeron sin que los inspectores formulasen ninguna objeción sobre los contratos.
Era Escola, que imparte clases en las pistas de Baqueira-Beret y es la mayor del Pirineo leridano con alrededor de 150 monitores durante la temporada de esquí, ha recurrido hasta ahora a trabajadores autónomos. Trabaja como asociación sin ánimo de lucro y, tras la inspección de Trabajo, está a la espera de resolución por parte de este organismo para plantearse qué hacer, según explicaron esta semana fuentes de la entidad.
Por su parte, la escuela municipal de esquí de La Vall de Boí es otra a la que se ha requerido regularizar este año como empleados a sus alrededor de sesenta monitores autónomos.
El ayuntamiento ha presentado ya un recurso contra las primeras diligencias, según confirmó el alcalde, Joan Perelada, quien exigió que Trabajo “nos explique qué hacer a partir del próximo invierno” para no recibir nuevos requerimientos.
Las claves
- Trabajadores autónomos. Contratar a monitores de esquí autónomos fue la fórmula que llegó a convertirse en hegemónica en las estaciones de esquí de Lleida y del resto del Pirineo catalán a mediados de los años ochenta. Este modelo se basa en que cada monitor entrega a la escuela una hoja de disponibilidad y esta distribuye el trabajo entre los diferentes autónomos en función de la demanda.
- Inspecciones sin incidencias. Antes de las inspecciones sistemáticas que Trabajo llevó a cabo a principios de este año, hubo otras en inviernos anteriores que se saldaron sin requerimientos para las escuelas de esquí que contrataban autónomos.
- Monitores asalariados. La uniformidad de las escuelas de esquí a la hora de contratar monitores autónomos empieza a diluirse a principios de esta década, cuando algunas escuelas empezaron a contratar a parte o la totalidad de los suyos como trabajadores por cuenta ajena. Ambas formas de contratación han coexistido hasta el pasado invierno en las escuelas de esquí leridanas.
- Trabajo cambia de criterio. Las diligencias que instan a regularizar a los monitores autónomos y convertirlos en asalariados no especifica a qué se debe este cambio en el criterio empleado hasta ahora por Trabajo y el ente no hizo declaraciones.
- Por sorpresa o bajo aviso. Algunas de las escuelas afectadas afirmaron que el cambio les ha tomado por sorpresa y lamentaron que les insten a regularizar contratos a raíz de inspecciones entre los meses de febrero y marzo, hacia el final de la temporada. Otras, en cambio, aseguraron que hubo avisos previos que les permitieron adaptarse al nuevo criterio de la administración desde el inicio del pasado invierno.
- Por ahora sin sanciones. Las inspecciones no han derivado por ahora en procedimientos de infracción ni sanciones, si bien las primeras diligencias advierten a las escuelas de que la Seguridad Social puede inscribir a los monitores de oficio si ellas no lo hacen.
Expectativas de futuro Estudian crear sociedades cooperativas como alternativa. Contratar a monitores autónomos permitía hasta ahora a las escuelas de esquí recurrir a más o menos profesionales en función de la demanda de cada momento y seleccionarlos según la disponibilidad de cada uno. Tras las inspecciones de Trabajo que consideran esta práctica irregular, algunas de las mayores escuelas de Lleida se plantean ahora fórmulas alternativas como constituirse en cooperativas de trabajo. Sin embargo, persisten las dudas de si esto podría dar lugar a nuevos requerimientos por parte de los inspectores. “Necesitamos una fórmula que sea operativa y que Trabajo diga por escrito que es válida”, dijo al respecto el alcalde de La Vall de Boí, Joan Perelada. Un sector con cada vez más docentes y con precios de las clases a la baja. Las inspecciones a escuelas de esquí llegan cuando el número de estas empresas ha ido en aumento en los últimos años en las estaciones del Pirineo. Alrededor de cuarenta imparten clases, en su mayoría como empresas privadas, algunas de las cuales combinan esta actividad con otras fuentes de ingresos a lo largo del año como los deportes de aventura. También hay entre ellas sociedades municipales y entidades sin ánimo de lucro. Asimismo, el número de monitores cualificados ha aumentado mientras que la demanda de clases no ha subido en consonancia. Esto se ha traducido en mayor competencia y menos ingresos para los monitores de esquí.