Hallan los restos de 17 soldados de la guerra en una fosa en Figuerola d'Orcau

La primera exhumación del nuevo plan de fosas del Govern ha dejado al descubierto en el exterior del cementerio de Figuerola d’Orcau los restos de 17 soldados muertos en combate en la primavera de 1938 en el frente del Pallars. Los primeros resultados apuntan a que serían del bando franquista y también se han hallado elementos militares.

Diecisiete soldados jóvenes que murieron por heridas de guerra en la primavera de 1938 en el frente del Pallars y que probablemente combatieron con el bando franquista. Estos son los resultados preliminares de los restos exhumados en una fosa de la Guerra Civil situada en el exterior del cementerio de Figuerola d’Orcau, la primera que se abre en el marco del nuevo plan del Govern, que prevé 42 actuaciones este año, 12 en sepulturas de este tipo situadas en el Pallars, el Segrià, la Noguera y la Segarra.

Los restos se mostraron este miércoles tras diez días de trabajo de un equipo de arqueólogos y antropólogos que ha permitido sacar a la luz no solo los esqueletos de los soldados, sino también numerosos objetos como medallas, botones, un casco, cartucheras, cucharas o botas militares. “Los primeros resultados apuntan a que son hombres, algunos de solo 18 o 20 años, y parecen del bando franquista. Están colocados con premeditación y con la disposición que Franco dejó escrita de una cierta profundidad y 50 centímetros entre cuerpos”, explicó Núria Armentano, antropóloga de la excavación.

Los cuerpos presentan lesiones y fracturas vinculadas a muertes en combate y hay restos de metralla y bala, por lo que todo hace pensar que serían soldados que resultaron heridos en la batalla y fueron trasladados a la enfermería de Figuerola, donde murieron.

“El núcleo fue ocupado el 9 de abril de 1938 (por la 63 División del Cuerpo de Ejército de Navarra). Era zona de retaguardia franquista y la primera línea de fuego estaba muy cerca”, recordó este miércoles el historiador Manel Gimeno.

Los combates fueron muy duros en la zona tras la contraofensiva republicana del 22 de mayo y se cifraron en 8.000 las bajas entre ambos bandos, por lo que no se descarta por completo que pudiera haber algún republicano entre los restos hallados.

“Si se confirma que eran franquistas, y en principio no vecinos de la zona, quedará claro que se trata de restituir la memoria histórica de todos”, aseguró Constante Aranda, alcalde de Isona, municipio al que pertenece el núcleo de Figuerola d’Orcau.

“Es un acto de democracia y de justicia. No podemos mirar al futuro sin saldar esta deuda del pasado y sin desenterrar una parte de la historia que algunos han querido enterrar. Vamos con retraso porque han pasado 80 años y esto tendría que haberse hecho como mínimo hace 40”, aseguró Raül Romeva, conseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, durante el acto, al que también acudieron vecinos de la localidad, que cuenta con otra fosa común en el interior del cementerio también muy bien documentada en el que se calcula que habría enterradas entre 25 y 30 personas más.

Uno de ellos, Joaquim Feliu, de 80 años y que fue alcalde de Figuerola, compartió la opinión del conseller. “Esto tendría que haberse hecho mucho antes”, aseguró, y se mostró, como muchos otros vecinos, impresionado por la imagen que ha dejado al descubierto la exhumación y por saber que cada uno de esos restos esconde una historia aún por concretar.

Y es que ahora el objetivo es poder analizar los restos óseos encontrados para extraer las muestras de ADN, que se cruzarán con los perfiles genéticos de los familiares de desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura que se han inscrito en el programa de identificación del Govern.

Mientras, los cuerpos de esos 17 soldados se guardarán en el cementerio de Figuerola d’Orcau, donde llevan 80 años condenados a un anonimato que ahora podría llegar a su fin.

las claves

La fosa exterior de Figuerola. La existencia de la fosa exterior en Figuerola d’Orcau está documentada con comunicaciones de alcaldes, gobernadores y de la Guardia Civil. El pasado enero se tomaron restos en superficie y se pasó el georadar.

Otras actuaciones del plan. La de Figuerola es la primera fosa exhumada del nuevo plan, que desde enero ha comportado localización de nuevas sepulturas (el mapa ya cuenta con 503, la mitad en Lleida) y recogida de restos óseos en superficie en el Jussà y la Noguera.

Antecedentes. Con anterioridad a este plan, desde 1999 se habían hecho en Catalunya 66 actuaciones en superficie de 164 personas y se han abierto 18 fosas con 57 personas, siete identificadas. Una de las últimas fue una sepultura de Tremp en la que, en 2016, se hallaron los restos de un anarquista de Castellón. 

En primera persona

Glòria Batalla busca a su abuelo. 

Figuerola d'Orcau

“Mi madre y mi abuela murieron sin saber qué pasó con su padre y su marido. Por su memoria, mi ilusión es ahora poder encontrarlo”. Habla Glòria Batalla, una vecina de Figuerola d’Orcau que busca a su abuelo, Josep Canal Tomàs, desparecido en 1938.

Tenía entonces unos 50 años y no había combatido en la guerra en ningún bando. “El último día que le vieron estaba en casa, una masía que estaba lejos del pueblo de Abella de la Conca. Entonces llegaron unos militares y le pidieron que les acompañase. Mi madre, su hija, los siguió hasta que le dijeron que se fuera. Iban dos más con él y uno pudo escapar, pero de los otros ya no supieron más”, explicó este miércoles Glòria, frente a la fosa recién exhumada en el exterior del cementerio de Figuerola. “Mi abuela y mi madre le buscaron por todos los sitios y durante años. Decían que ese día llevaba puesto un jersey de lana y que eso no se pudría con el tiempo. Nunca encontraron nada”, recordó esta vecina de 73 años.

Ellas no habían pensado nunca que pudiera estar en las fosas de Figuerola hasta que una mujer les dijo que podrían haberlo matado en el cementerio de Conques, cerca de allí. “Por eso tengo la esperanza de que pudiera estar aquí. Y más ahora que han empezado a abrir fosas. Yo pensaba que nunca lo harían en un sitio como este y esta actuación ahora me da fuerza”, aseguró Glòria.

Por eso, ahora está decidida a registrarse en la base de datos de familiares que buscan a personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista y tomarse muestras de ADN para que puedan ser cruzadas con las de los restos que encuentren.