'A mi abuelo se lo llevaron unos militares y no supimos nada más'

En primera persona

Glòria Batalla busca a su abuelo.

Figuerola d'Orcau.

“Mi madre y mi abuela murieron sin saber qué pasó con su padre y su marido. Por su memoria, mi ilusión es ahora poder encontrarlo”. Habla Glòria Batalla, una vecina de Figuerola d’Orcau que busca a su abuelo, Josep Canal Tomàs, desparecido en 1938.

Tenía entonces unos 50 años y no había combatido en la guerra en ningún bando. “El último día que le vieron estaba en casa, una masía que estaba lejos del pueblo de Abella de la Conca. Entonces llegaron unos militares y le pidieron que les acompañase. Mi madre, su hija, los siguió hasta que le  dijeron que se fuera. Iban dos más con él y uno pudo escapar, pero de los otros ya no supieron más”, explicó ayer Glòria, frente a la fosa recién exhumada en el exterior del cementerio de Figuerola. 

“Mi abuela y mi madre le buscaron por todos los sitios y durante años. Decían que ese día llevaba puesto un jersey de lana y que eso no se pudría con el tiempo.

Nunca encontraron nada”, recordó esta vecina de 73 años. Ellas no habían pensado nunca que pudiera estar en las fosas de Figuerola hasta que una mujer les dijo que podrían haberlo matado en el cementerio de Conques, cerca de allí. “Por eso tengo la esperanza de que pudiera estar aquí. Y más ahora que han empezado a abrir fosas. Yo pensaba que nunca lo harían en un sitio como este y esta actuación ahora me da

fuerza”, aseguró Glòria.

Por eso, ahora está decidida a registrarse en la base de datos de familiares que buscan a personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista y tomarse muestras de ADN para que puedan ser cruzadas con las de los restos que encuentren.