Soluciones 'in extremis' para abrir piscinas en Lleida

Casi todos los ayuntamientos de Lleida han logrado contratar socorristas para poder inaugurar la temporada de baño. Belianes, el último municipio que manifestaba problemas para conseguir uno, abrió ayer sus piscinas tras una ardua búsqueda que concluyó el viernes. Sin embargo, la escasez de personal que reúna los nuevos requisitos que exige la Generalitat (y que ahora ha suavizado) ha llevado a algunos consistorios a aplicar medidas prácticamente inéditas hasta ahora para abrir in extremis sus piscinas.

Alins estrenó ayer las suyas, aunque no tendrá socorrista hasta el 1 de julio. Entre tanto, no cobra entrada y un cartel advierte de que no hay personal de salvamento. Aplican así una alternativa que planteó Deportes en una reunión con ediles sobre la escasez de socorristas. Talarn, por su parte, tiene uno que reúne los nuevos requisitos y otro que solo puede ser vigilante en piscinas cuya lámina de agua no exceda los 200 metros cuadrados. Cuando el primero acaba su jornada, el ayuntamiento cierra la piscina pequeña para ajustarse a la normativa.

Montgai ha abierto sus piscinas esta semana, si bien uno de sus dos socorristas acaba su contrato a final de mes. El consistorio espera contar con otro para relevarlo. Isona inaguró ayer la temporada con tres, dos de los cuales se han acogido a la “reinterpretación” de la ley para incorporar a más socorristas.