MUNICIPIOS
Primer club de cannabis que logra licencia en Lleida ciudad
Una asociación de consumidores se acoge a la normativa de la Paeria para abrir su local en la capital || Montferrer y Ribera d’Urgellet suspendieron licencias ante proyectos en sus respectivos municipios
Un club de cannabis en Lleida ciudad se ha convertido en el primero con una licencia municipal para este fin en las comarcas leridanas, mientras que la suspensión de licencias que dictaron hace un año los ayuntamientos de Montferrer i Castellbò y Ribera d’Urgellet para frenar proyectos de este tipo en sus respectivos municipios han expirado este mismo mes. Regular el cultivo de esta sustancia y los establecimientos donde se consume son los ejes de la nueva ley sobre asociaciones de consumidores de cannabis que el Parlament debatirá mañana (ver SEGRE de este lunes).
El club de consumidores de cannabis El Tricoma de Ponent inauguró en diciembre su local en Lleida en régimen de comunicación previa a la apertura ante la Paeria. La entidad afirma que no han recibido objeciones desde entonces por parte del ayuntamiento, que aprobó a finales del 2016 normas específicas para estos establecimientos. La capital del Segrià y La Seu son los primeros municipios leridanos que han regulado esta actividad en su planificación urbanística y ordenanzas. El consistorio de La Seu, por su parte, indicó que no ha otorgado ninguna licencia similar.
Por su parte, Montferrer y Ribera d’Urgellet se acogieron en su día a la opción de suspender licencias durante un año que les otorga la ley de Urbanismo. Una vez expirada esta moratoria, el pleno de Montferrer debatirá en julio cómo regular esta actividad, según el alcalde, Albert Marquet. Ribera d’Urgellet podría abordarlo en su nuevo plan de ordenación urbanística, cuya redacción iniciará en 2018. Así lo avanzó la alcaldesa, Josefina Lladós, quien recordó que “es un proceso largo”. Ambos ediles apuntaron que, desde la suspensión de licencias, no han vuelto a saber de los interesados en instalar clubes de cannabis en sus municipios.
Proyecto de ley
Cultivo de cannabis. Abre la puerta a que las asociaciones puedan cultivar cannabis legalmente tanto para uso lúdico como terapéutico, aunque solo para autoconsumo de los socios bajo demanda previa y límites de 60 gramos mensuales para cada uno y de 150 kilos de producto seco en el conjunto de cada cosecha.
Trazabilidad del producto. El volumen de cada cosecha debe ser auditado y las entidades tienen obligación de llevar un registro de las cantidades que retira cada socio.
Clubes para consumirlo. El proyecto de ley veta promover el consumo de cannabis y exige informar sobre efectos perjudiciales y aplicar medias para evitar molestias a terceros.
200 socios que se avanzan a la ley del Parlament El Tricoma de Ponent afirma tener más de 200 socios que pueden acudir a consumir cannabis al local del Segon Passeig de Ronda de Lleida. Solo admite la entrada a socios, y solo es posible ingresar en la asociación con el aval de un miembro. Lo que ahora es una norma interna de la entidad figura en el proyecto de ley para regular esta actividad. Y no es el único aspecto en que se avanza al marco legal a debate en el Parlament. El club tiene la apariencia de un bar, puesto que ocupa el local del antiguo pub City Arms. Sin embargo, no se venden bebidas en la barra; solo las hay en máquinas expendendoras y ninguna contiene alcohol. Consumirlo está prohibido en el establecimiento. Sí hay, en cambio, pipas y un vaporizador para consumir cannabis sin combustión. Los socios tienen a su alcance juegos que van desde ajerdrez a un circuito de scalextric. Responsables de la entidad aseguran no recibir quejas de vecinos. “Ocasionamos menos ruido y molestias que el antiguo pub”, dicen. No hacen publicidad del local y no promueven el consumo. “No queremos llegar a 300 socios”, aseguran. El proyecto de ley les parece una vía adecuada para regular el cultivo del cannabis, evitar inseguridad jurídica a quien lo planta para autoconsumo e impedir que sea mercancía para el narcotráfico.