COMERCIOS
El Baish Aran tiene ya 4 tiendas de semillas de cannabis que abastecen a visitantes de Francia
En Les y Bossòst, próximas a la frontera, se aprovechan de las severas restricciones de las leyes francesas
Una de las ‘grow shops’ del municipio de Les.
Cuatro tiendas que venden artículos para el cultivo del cannabis conviven en el Baish Aran, un número elevado para una zona cuya población apenas llega a 2.700 habitantes. Estos establecimientos, conocidos como grow shops, se concentran en los municipios fronterizos de Les y Bossòst.
Su progresivo aumento se debe a que se nutren de forma casi exclusiva de clientes franceses que acuden a ellos en busca de semillas: un artículo legal en España pero de acceso fuertemente restringido en Francia, donde la legislación prohíbe sin excepciones el consumo de esta sustancia y lo castiga incluso con penas de cárcel (ver claves).
“Nuestra clientela es de Francia”, corrobora Didier Sylvain, responsable de uno de los establecimientos de Bossòst, de nacionalidad francesa y que vende también semillas de cannabis y artículos para cultivarlas a través de internet. Al acceder a su web, un texto en francés advierte de que “la venta y posesión de semillas no está prohibida en España” y declina cualquier responsabilidad sobre el uso que hagan de ellas los compradores fuera del territorio español.
En el interior del local, los letreros están en la misma lengua, aunque esto no es en absoluto infrecuente en el Baish Aran, cuyo turismo procede en su gran mayoría del país vecino. Se trata de visitantes de localidades cercanas que acuden en viajes de un solo día para comprar a precios más bajos que en Francia.
Artículos como tabaco, bebidas alcohólicas y algunos productos de alimentación han atraído a compradores galos desde hace décadas a Les y Bossòst. A todo ello se sumó hace años el comercio de semillas y artículos relacionados con el cannabis, una actividad que ha ido en aumento hasta permitir la coexistencia de 4 comercios.
Cabe señalar que Bausen, también en el Baish Aran, figura como sede de una asociación de consumidores de cannabis. La dirección que consta en el registro de la Generalitat es la de un domicilio particular y los vecinos no tienen noticia de que el inmueble tenga ningún otro uso.
las claves
- Ley española. Permite el comercio de semillas de cannabis y el cultivo para autoconsumo, pero no para vender a terceros. No hay reglas claras que distingan entre uno u otro, lo que queda a criterio de las autoridades.
- Ley francesa. Veta el consumo y lo castiga incluso con prisión, unas penas que el nuevo gobierno plantea rebajar. En cuanto al comercio de semillas, lo limita a las que proceden de países de la UE .
- Nueva ley catalana. El Parlament aprobó en junio una ley que autoriza a asociaciones de consumidores cultivar cannabis para sus socios.
Una de las ‘grow shops’ del municipio de Les.
