MEDIOAMBIENTE POLÉMICA
Inician las obras de la planta de compostaje de Ossó y los contrarios vuelven a movilizarse
El ayuntamiento dio licencia de obras hace dos semanas y advierte que la clausurará si aprecia infracciones || Los impulsores del proyecto para recuperar el pueblo de Conill dicen que seguirán adelante con él
Las obras de la planta de compostaje de Ossó de Sió han comenzado, siete años después de que se plantease por primera vez este proyecto que ha chocado desde entonces con oposición vecinal y ecologista. Maquinaria pesada ha iniciado movimientos de tierras, dos semanas después de que el ayuntamiento concediera la licencia de obras. Por su parte, la plataforma Salvem els Plans de Conill, que agrupa a los contrarios a esta instalación, prepara nuevas movilizaciones para tratar de impedir que llegue a funcionar (ver desglose).
El alcalde, Antoni Gilabert, explicó que el ayuntamiento tenía la obligación de conceder la licencia de obras municipal, una vez el proyecto había obtenido el visto bueno ambiental y urbanístico de la Generalitat. Incluso una tentativa de llevar el caso ante la Comisión Europea concluyó sin objeción alguna por parte del ente comunitario. “Si hubiéramos denegado el permiso, podrían haber demandado al consistorio por prevaricación”, añadió el primer edil.
La planta de compostaje se construye en terrenos calificados como zona de protección de aves (zepa)
Gilabert recordó que la autorización de la planta limita el volumen de deyecciones ganaderas que podrá tratar a un máximo de 13.310 toneladas al año, frente a las 20.000 de la propuesta inicial; que solo podrá recibir las de granjas propiedad del promotor, nunca de terceras personas; y que no podrán ampliarse las instalaciones. Añadió que que el consistorio velará porque el promotor se ajuste a las condiciones de su licencia. “En caso contrario, la planta será clausurada automáticamente”, recalcó.
Los terrenos donde se construye esta planta forman parte de una zona de protección de aves (zepa) y están a solo 800 metros del pueblo abandonado de Conill y a tres kilómetros del núcleo de La Figuerosa. Esto propició que también el ayuntamiento de Tàrrega presentase en su día alegaciones al proyecto, al considerarlo incompatible con la preservación del patrimonio natural de la zona y ante el temor a malos olores. Tanto estas alegaciones como las que presentaron entidades como Ipcena y el Fòrum L’Espitllera fueron desestimadas.
El proyecto de la planta de compostaje entró en conflicto con otro para recuperar el pueblo Conill impulsado por Emili Vives, propietario de las antiguas viviendas de este núcleo, actualmente vacías. Fuentes próximas a Vives aseguraron que seguirán adelante con esta iniciativa pese a que las obras de la planta hayan comenzado. “Era de esperar que dieran luz verde a la planta de compostaje pero nosotros seguiremos” dijeron. Añadieron que en estos momentos el proyecto se encuentra en el ayuntamiento de Tàrrega para acabar de perfilar algunos detalles y poder iniciar las obras.
La plataforma contra la planta recurrirá ante los tribunales La plataforma Salvem els Plans de Conill, contraria a la planta de compostaje, calificó de “despropósito” el inicio de las obras. “Quieren despoblar esta zona del Urgell”, lamentó Xavier Mayora, miembro de la entidad quien aseguró que llevarán el proyecto a los tribunales para “parar mediante la justicia lo que no han sabidor resolver los políticos”. También anunció movilizaciones: “No nos quedaremos parados”, dijo. De hecho, la plataforma ha convocado una asamblea el miércoles en La Figuerosa para decidir las próximas acciones.