La autovía ya tiene a dónde ir

Habrán pasado algo más de cinco años desde que entró en servicio la autovía a ninguna parte. Pero a partir de mañana tendrá una salida hacia el sur, a través del enlace con la A-2, lo que implicará que la autovía de Barcelona tenga un acceso directo y rápido al aeropuerto de Alguaire y también a los primeros 16 kilómetros de la vía rápida hacia la Val d’Aran. Los usuarios podrán evitar de esta forma las trece rotondas que hay en la N-230 (paralela a la A-14) entre Torrefarrera y la segunda rotonda de Almenar (a la altura de Copalme).

Pese a todo, son solo 16 kilómetros de los 188 que tiene la actual carretera entre Lleida y la frontera aranesa con Francia, que absorbe un tráfico de 4.625 vehículos diarios de los que 555 son camiones. Desde 2010 ha registrado más de 400 accidentes con una veintena de víctimas mortales y 600 heridos de distinta consideración. Las últimas previsiones de Fomento para esta vía eran desdoblarla hasta Sopeira y de ahí hacia la frontera con Francia construir una carretera más ágil pero de menor impacto que una autovía.