SUCESOS
Halladas cerca de 170 ovejas despeñadas en Lladorre de un rebaño francés sin vigilancia
Investigan las causas que provocaron la estampida de los animales, que no fueron atacados || De momento no hay indicios de la presencia de un oso o de algún perro salvaje que las hubiera asustado
Un trabajador del Parc Natural del Alt Pirineu halló el pasado lunes una rebaño de 169 ovejas muertas en la zona del Paratge Ribereta en una montaña de Lladorre, en el Pallars Sobirà.
Las ovejas llevaban varios días muertas y pertenecían a un rebaño francés sin agrupar que había pastado sin permiso en la vertiente catalana de la cresta de la montaña, con una pendiente de más de 200 metros de altura y muy cerca del límite fronterizo. Los rebaños de la vertiente francesa no disponen de la medida de agrupamiento de rebaños para evitar daños del oso.
Esta medida consiste en unir rebaños de diferentes ganaderos y un solo pastor los vigila durante todo el verano. No obstante, los Agentes Rurales solo confirmaron la muerte de los animales sin encontrar indicios de la presencia del oso o de algún perro salvaje que ocasionara la estampida de las ovejas.
Hoy se revisará la zona con perros rastreadores para indagar la presencia del oso o de algún otro animal
Los agentes han abierto una investigación para conocer la causa, lo que “será muy difícil porque llevaban días muertas y nadie las había reclamado”, apuntaron fuentes de los Agentes Rurales. Este miércoles, especialistas del equipo de seguimiento del oso en Francia sobrevolaron en helicóptero la zona para revisarla en busca del oso sin obtener resultados.
Está previsto que hoy ueves expertos franceses, acompañados de ganaderos de Francia y perros rastreadores se desplacen a la montaña para intentar localizar alguna pista de lo que pudo suceder que provocó la muerte de las 169 ovejas. “Intentaremos que los perros rastreadores detecten la presencia del oso o de algún otro animal salvaje a través de las heces, aunque será muy difícil después de tantos días”, apuntaron.
Además, se recogerán los crotales y las actas levantadas por los Agentes Rurales. No obstante, no descartan ninguna hipótesis, incluso que las ovejas pudieran haberse despeñado por culpa de un rayo, el paso de una avioneta o helicóptero que volara a baja altura o el paso de excursionistas, dijeron.
Fuentes del departamento de Territorio señalaron que existe muy poca probabilidad de que sea un oso el causante de la estampida u otra especie de fauna, e insistieron en que por esas fechas hubo una tormenta en la zona.
Desde el departamento de Territorio confirmaron que ningún rebaño francés disponía de permiso para pastar en esta zona de Lladorre y que ningún ganadero reclamó las ovejas que pertenecían a un rebaño mucho mayor.
Los rebaños franceses no están agrupados para prevenir ataques Las ovejas agrupadas en el Sobirà y Aran bajo la vigilancia de pastores tienen la cobertura de la Generalitat y del programa Piroslife en una medida para hacer compatible la preservación del oso y la ganadería de montaña. Sin embargo, en el caso de Francia, los ganaderos no agrupan a los rebaños ni contratan a pastores para vigilar a las ovejas. En este sentido, el director del Parc Natural del Alt Pirineu, Marc Garriga, apuntó que precisamente este tipo de estampidas (“que es muy difícil que sea provocada por un oso”) no existirían si hubiese pastores vigilando el rebaño a diario y las 24 horas del día. La Generalitat anunció en mayo que indemnizará ovejas muertas aunque no las haya matado el oso siempre y cuando los animales estén agrupados, reforzando así la protección a la ganadería en Aran y Sobirà, y aumentó en un 64% la inversión para la prevención de daños hasta los 347.000 euros.