Quejas en La Granja al tener que tirar un siluro a un contenedor de basura

Un siluro muerto de casi dos metros y más de 70 kilos en un contenedor de basura de La Granja d’Escarp, en el camino junto al Aiguabarreig Segre-Cinca, provocó ayer quejas del ayuntamiento y de pescadores de la zona. Se trata de un ejemplar que capturaron por la mañana pescadores ingleses y que no pudieron devolver al agua, tal como había sido habitual hasta ahora. Agentes de la Guardia Civil les instaron a depositarlo en el contenedor, según explicaron responsables del club de pesca local y fuentes municipales. Este diario intentó sin éxito recabar la versión de la Benemérita.

Esta actuación de la Guardia Civil llega un año después de que el Tribunal Supremo dictase una sentencia que obliga a sacrificar los siluros y otras especies consideradas foráneas, como la trucha arco iris y la carpa, entre otras. Este fallo no ha ido acompañado desde entonces de instrucciones por parte de las administraciones sobre qué hacer con los peces sacrificados. El presidente del club de pesca de La Granja, Òscar Prieto, subrayó que los agentes “cumplían su obligación” al impedir que el siluro volviera al agua, pero lamentó que el pez acabara en el contenedor. “La administración debería poner depósitos específicos para peces o incluso llevarse los cadáveres”, dijo. “Un pez en un contenedor de la vía pública en verano desprenderá al poco tiempo un hedor insoportable”, añadió.

La actuación de la Guardia Civil llega tras la sentencia del Supremo que obliga a sacrificar peces foráneos

El alcalde, Manel Solé, recordó que las competencias de los municipios se limitan a la basura urbana y no a la gestión de especies foráneas. Añadió que depositar peces de tan gran tamaño en un contenedor complica la gestión de los residuos y provoca malos olores. “Elevaremos quejas donde haga falta”, avanzó. “No nos pueden cargar con ese muerto”, concluyó, en el sentido más literal del término.