Récord de rescates en Lleida por el auge de los deportes de montaña

El auge de las actividades de montaña y la falta de preparación de muchos excursionistas han disparado los rescates en las comarcas leridanas. Tanto es así que en 2016 se batió el récord de este tipo de auxilios en los últimos seis años hasta alcanzar los 304. Según los datos facilitados por los Bomberos de la Generalitat, las salidas del Grupo de Actuaciones Especiales (Grae) de la provincia se han incrementado un 34% desde 2010. El año pasado hicieron 304 entre rescates de montaña (220), en ríos, barrancos y pantanos (20) y la búsqueda de personas extraviadas (64). Una cifra que tiende al alza, según el responsable de los Grae de La Seu d’Urgell, Francesc Garcia. “Cuanta más gente sale a la montaña más posibilidad hay de que pase algo”, apunta. En este tipo de actividades, los Bomberos señalan que la gran parte de los que las practican salen de forma esporádica y no están lo suficientemente preparados para llevarla a cabo. “Hay cuatro puntos clave a tener en cuenta: la preparación técnica, la física, el material y la planificación. Si falla uno es muy posible que se sufra un accidente en la montaña”, señala Garcia a este diario.

Pese a que la tendencia de los rescates es a aumentar, entre enero y agosto de este año se ha registrado un ligero descenso. En este periodo, los Bomberos han llevado a cabo 214 rescates frente a los 232 de 2016. “Están de moda los deportes de aventura y al aire libre y en la mayoría de casos se hacen de forma improvisada sin el material ni la preparación necesarios”, afirma Garcia. Las salidas a la montaña son más habituales en verano y los fines de semana. Para evitar accidentes, recomiendan una organización previa y adecuar la actividad a la preparación física de cada persona. Una buena planificación de la ruta y llevar la comida y bebidas necesarias también son partes clave para afrontar la actividad sin riesgos. La gran mayoría de actuaciones se producen en el Pirineo y Prepirineo y son por fracturas o torceduras así como por la búsqueda de personas. Pese al auge de los rescates de montaña, Interior solo ha cobrado uno en Ponent, en 2009. Para Garcia, no debe penalizarse a una persona accidentada, ya que se considera que se pide ayuda cuando realmente se necesita y los casos de flagrante negligencia son muy escasos.