Más ayuntamientos adoptan la tasa a las líneas eléctricas

Ayuntamientos del Pallars Sobirà como Espot, Tírvia, Baix Pallars y Vall de Cardós han dado los primeros pasos para adoptar la tasa municipal a las compañías eléctricas por las líneas y otras instalaciones en terrenos públicos. Se trata de una ordenanza fiscal que aprobaron años atrás otros municipios de la comarca y del resto de Lleida, y que ha sido objeto desde entonces de numerosos litigios. Tras sentencias del Tribunal Supremo que, desde finales de 2016, han ratificado la validez de este gravamen, los consistorios vuelven a incorporarlo para obtener nuevos ingresos.

Adoptar esta ordenanza final requiere un estudio previo sobre cuáles son las líneas eléctricas que atraviesan terrenos y cuál es la superficie que ocupan las torres y sobrevuelan los cables. De ello dependerá la cantidad que podrán poner a liquidación cada año a compañías como Endesa y Red Eléctrica de España (REE). En el caso de municipios que concentran un elevado número de infraestructuras eléctricas, la tasa puede suponer unos ingresos de hasta 200.000 euros al año. Sin embargo, años de litigios han impedido que los consistorios que la aplican la hayan cobrado hasta ahora.

Aplicar este gravamen requiere estudios previos sobre las líneas en suelo público de cada municipio

Por otra parte, los ayuntamientos de La Pobla de Segur, Talarn y Vilaller (este último en la Alta Ribagorça) han recurrido ante el Supremo sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que declararon nulas estas tasas poco antes de que el Alto Tribunal estableciese que son válidas. Tras los primeros fallos del Supremo en este sentido, el TSJC dictó meses atrás la primera sentencia favorable a este gravamen en Lleida, en este caso la ordenanza del ayuntamiento de Aitona.