AGUAS REGADÍOS
La plantación de pistacheros se triplicará en un año en el Urgell hasta llegar a las 150 ha
El grupo Borges, productores y la Caixa firman un convenio que prevé la financiación de este cultivo
El presidente del grupo Borges, Josep Pont, anunció ayer que proyectan triplicar en un año la superficie cultivada de pistacho en el Urgell. En la actualidad hay unas 56 hectáreas en la zona de Tàrrega y Verdú, de las que 19 son del grupo Borges y el resto de miembros asociados al proyecto para promoverlo dentro del área del Segarra-Garrigues. Según Pont, a finales de año se conseguirán las 100 hectáreas, cantidad que durante 2018 se proyecta que alcancen las 150. En lo positivo, destacó Pont, hay déficit de este producto en España como demuestra el hecho que cada año se importen unas 15.000 toneladas. En lo negativo, la primera cosecha de pistacho no se da hasta el cuarto o quinto año desde que se planta el árbol.
Para superar la dificultad de los agricultores de avanzar una inversión a cuatro o cinco años vista, Borges, CaixaBank y ACORD (Associació de Cooperació Rural pel Desenvolupament) firmaron ayer en la finca Mas de Colom, propiedad de la familia Borges, un acuerdo para financiar las inversiones de productores de pistachos. Según el director territorial de CaixaBank en Catalunya, Jaume Masana, “son créditos a medida” pensados según las necesidades de cada explotación. Tienen un periodo de carencia de 4 años, tiempo que se tarda en conseguir la primera cosecha, y se financian a diferentes plazos si bien explicó que lo más habitual es a 8 o 15 años y “a un interés que si se hace de tipo fijo puede estar entre un 3 y un 4%”. A plena producción la cosecha de pistacho está entorno a los 2.200 kilos por hectárea.
Un convenio con CaixaBank facilitará la financiación necesaria para implantar estas explotaciones
En cuanto a la inversión en la plantación de pistachos está entre 8.000 y 10.000 euros por hectárea. En este sentido el presidente de ACORD, Antoni Pujol, explicó que “hay un factor limitante que es la planta de vivero”. Así, el pie de la planta es un híbrido que proviene de un clon específico que “es un royalty que hay que pagar a la universidad de Beilis, California”. Además, explica Pujol, el injerto obliga a cierta especialización de los viveros. Para Pujol, el convenio “da solución al problema de la rentabilidad inmediata del pistacho”.
Por su parte Josep Pont manifestó que el agua del Segarra-Garrigues “supone es una oportunidad de oro”.