Granyena restaura la ermita de Sant Miquel para abrirla al pueblo

El ayuntamiento de Granyena ha solicitado a la Diputación una nueva ayuda, de 45.000 euros, para abordar las obras de reforma del suelo e instalar iluminación dentro de la ermita románica de Sant Miquel. El objetivo, según el alcalde, Francesc Esquerda, es finalizarla para abrirla al publicó a mediados del año que viene como sala polivalente, de ceremonias o para acoger actos culturales. El templo, un edificio emblemático de la localidad, fue cedido hace unos 25 años por sus propietarios al consistorio para su restauración. La antigua ermita ha llegado a utilizarse como vivienda, herrería, carpintería y almacén. A finales del pasado año la Diputación ya sufragó otra fase de obras para actuar en el interior, además de consolidar el tejado y las paredes y la zona exterior. La ermita ofrece vistas panorámicas a la Vall Major. El consistorio también ha aprobado de forma definitiva la memoria valorada para la pavimentación del Camí de la Vall Major que supondrá una inversión de 50.000 euros ya que no se han presentado alegaciones al proyecto.