FAUNA GRANDES DEPREDADORES
Aran gestionará la fauna salvaje en 2018 y quiere poner coto a los osos
El Conselh Generau ha negociado el traspaso en esta materia a partir del año que viene|| El Síndic dice que los 40 actuales ya son una cantidad desproporcionada
El Síndic d’Aran, Carlos Barrera, remarcó ayer que la población de osos ya ha llegado a su cota máxima en el Pirineo, donde habitan una cuarentena de ejemplares. Al igual que Unió de Pagesos, Barrera cree que la Generalitat gestiona mal la fauna salvaje (ver SEGRE del día 1) ya que faltan estudios para fijar el tope de animales que pueden acoger las comarcas de montaña, en especial Aran y el Sobirà, teniendo en cuenta que los ejemplares que hay ahora se reproducirán año tras año hasta alcanzar una cifra que ven desproporcionada. Por esta razón, el Conselh tomará cartas en el asunto a partir de 2018 ya que gestionará la fauna salvaje en la Val. “Es una competencia que tenemos negociada y acordada con el Govern para su traspaso y solo falta su publicación en medios oficiales”, indicó Barrera. Aplicará las medidas oportunas, en especial, si se tiene en cuenta que el año que viene finaliza el Pyros Life que canaliza las ayudas, para frenar la proliferación de osos ya que, “al final, acabarán con la ganadería intensiva de montaña. Si esto sigue así, se tendrá que elegir entre oso y ganaderos, y nosotros siempre estaremos al lado del territorio que ya tiene constancia de que no se pueden asumir más a tenor de los cientos de cabezas de ganado muertas cada año”. Barrera también consideró que no es ningún reclamo turístico y denunció arbitrariedad en el pago de compensaciones, otro tema que se asumirá en cuanto el Conselh asuma la competencia en fauna adopte. Remarcó que las medidas que se han tomado hasta ahora, como mastines o agrupación de rebaños, son efectivas de forma muy parcial y sirven en el caso de ovejas pero no de vacas, cabras o caballos.
Cabe recordar que la oposición al oso tras los ataques de este año se ha recrudecido en el Pirineo, sobre todo en el francés, que exige retirarlos y devolverlos a Eslovenia e incluso amenazan con matarlos (ver SEGRE del 16 de septiembre).
Sin noticias de Pyros, oposición al lobo y más control de buitres Barrera señaló que desde hace meses los técnicos que hacen el seguimiento a la población de osos no tienen noticias de Pyros, el primer plantígrado macho reintroducido a mediados de los noventa. Según los últimos informes, Pyros tendría unos 25 años, muchos más de los que se estima puede vivir un oso en libertad (entre 18 y 20), por lo que no se descartaría que hubiera muerto aunque en 2016 se volvieron a captar imágenes del ejemplar. Incidió en que el lobo está totalmente descartado como especie a reintroducir ya que “es una máquina de matar”, mientras que sobre las colonias de buitres apuntó que son una especie que se está convirtiendo en depredadora y que precisa de más control y seguimiento.