Expectación en la Franja

Salvador y Joaquín hablan abiertamente del ‘problema catalán’ en catalán. “A mi me dio un infarto y si me llegan a llevar a Barbastro, no llego vivo. Ahora sigo el tratamiento en el Arnau”. “Si Catalunya se va, nos hará mucho daño, porque quieras o no, la relación es muy estrecha. Mi hija vive en Lleida y yo estoy preocupado, aunque entiendo la postura de los catalanes, hay que interesarse por sus razones, de dónde viene el origen de todo esto. ¡Porque hay que ver Rajoy!”. Joaquín es crítico con la cuestión catalana: “¡Mira lo que dice la televisión! Se han gastado millones en las elecciones de Puigdemont que no servirán para nada y, al final, vienen a traer el dinero aquí”, afirma. “Bueno, bueno, no te fíes de según qué tele”, contesta Salvador. Y aunque siguen con su rifirrafe, están de acuerdo en que es preciso el diálogo para desenrocar una situación “que no beneficia a nadie”, aseguran.

La inmensa mayoría de sus ciudadanos piensa que Catalunya es España por lo que el ‘jaque’ del Govern y la posible declaración unilaretal de independencia en los próximos días es el principal tema de conversación en sus casas. ¿Cómo no vamos a estar preocupados?, pregunta el alcalde de Fraga, Miguel Luis Lapeña. “Tenemos intereses económicos, empresariales, lengua, familiares en común. Estamos padeciendo una situación en la que los políticos tienen la culpa compartida y es preciso un diálogo dentro de la legalidad porque España no es nada sin Catalunya y viceversa. Está afectando a muchas familias y es preciso reconducirla porque está creando mucha incertidumbre y malestar”. Evaristo Cabestañ, alcalde de Torrent y presidente de la comarca del Baix Cinca, es socio de la SAT de Alcarràs, la Moreneta. “Tenemos más relación con Catalunya que con Zaragoza en muchas cosas. De La Granja d’Escarp solo nos separa el río. Es una situación complicada pero es urgente hablar”, dice. Antoni Chauvell, alcalde de Alcampell y presidente de la comarca de la Llitera, se expresa en los mismos términos y exige un diálogo “sí o sí, porque la ruptura tendrá consecuencias incalculables para todos”.

Sanidad, educación y lengua en común frente al conflicto del arte La pugna por el arte del Diocesà, aunque importante, es el único conflicto entre Lleida y la Franja. La relación empresarial, agrícola, ganadera, cultural, familiar, educativa y sanitaria es evidente. “No queremos ni oír hablar de atención sanitaria en Barbastro o Zaragoza”, afirma el alcalde de Fraga, Miguel Luis Lapeña. De hecho, cuando el PP estaba en el Gobierno de Aragón planteó esta posibilidad, lo que causó una profunda oposición en el territorio. Lo mismo sucedió con las trabas del gobierno popular al catalán en toda el área limítrofe que acabó con el Manifest de Mequinensa firmado por la gran mayoría de los alcaldes contra las Lengua Aragonesa Propia del Área Oriental (Lapao) y Lengua Aragonesa Propia de las áreas Pirenaica y Prepirenaica (Lapapyp).