La familia de la niña que se tragó una pila pide un millón a los médicos

El titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca aplazó ayer el juicio contra los tres médicos de Fraga acusados de negligencia por no detectar en diciembre de 2010 que una niña de 20 meses de Torrent de Cinca se había tragado una pila del mando a distancia, lo que le provocó daños irreparables. Las partes se reunieron con el objetivo de alcanzar un acuerdo que habría servido para celebrar un juicio de conformidad. Sin embargo, no se llegó a un entente por lo que el juez aplazó la vista y la fijó para el 5 de abril de 2018, a la espera de la práctica de nuevas pruebas médicas en torno al alcance de las graves secuelas sufridas por la niña.

La Fiscalía solicita una condena de tres años de cárcel y otros cuatro de inhabilitación para los facultativos acusados. El Ministerio Público también solicita el pago de una indemnización de 430.000 euros para la menor por las lesiones y graves secuelas originadas, cantidad que la acusación particular eleva a 1.035.000 euros, al entender que la niña estará limitada a lo largo de su vida para desarrollar una vida personal y laboral normalizada. La defensa solicita la absolución.

Arantxa Mármol, la madre de la niña, aseguró que “mi hija tiene seis años y ha pasado ya 60 veces por quirófano por una negligencia médica”, según informó el Heraldo de Aragón. La progenitora añadió que “Ares se encuentra muy desmoralizada” debido a unas secuelas que le han generado “grandes complejos”, con una parálisis bilateral de las cuerdas vocales, afonía, así como problemas respiratorios y gástricos, dado que la degradación de la pila le perforó la tráquea y el esófago. El letrado de la familia, Aldo Valero, admitió que el representante legal de la compañía aseguradora de los médicos es quien tiene actualmente “la sartén por el mango” de cara a un acuerdo basado en la cuantificación de las indemnizaciones a hacer frente. El caso se remonta a 2011. La madre, al ver que el estado de la niña no mejoraba tras tres visitas a los médicos de Fraga, se dirigió siete días después al del hospital Arnau Vilanova, donde una especialista vislumbró en las nuevas placas realizadas la presencia de una pila en la garganta de la menor. Le causó daños irreparables.