La Audiencia no ve delito en el uso terapéutico de la 'maría' de Pàmies

Cultivar marihuana con fines terapéuticos no es delito. La Audiencia de Lleida ha ratificado la sentencia del pasado mes de junio del juzgado de lo Penal 2, que absolvió al horticultor de Balaguer Josep Pàmies, al estimar que las 89 plantas que había en su propiedad no eran para el tráfico de droga sino “un cultivo compartido por personas perfectamente identificadas y consumidoras de tal sustancia, y era para el autoconsumo de las mismas con fines terapéuticos”.

Pàmies fue juzgado el pasado 25 de mayo y Fiscalía solicitó que se le impusiera una condena de dos años de cárcel y una multa de 16.000 euros por un delito contra la salud pública. La jueza estimó que “la sustancia intervenida era la propia para el autoconsumo de los socios y para fines terapéuticos, penalmente atípica”, y le absolvió en una sentencia sin precedentes en Lleida. Sin embargo, el Ministerio Público recurrió el fallo ante la Audiencia Provincial alegando que la conducta de Pàmies “integraba un delito de favorecer o facilitar el consumo ilegal de drogas tóxicas mediante actos de cultivo”.

El tribunal, como ya hizo la jueza, considera probado que existen suficientes elementos para considerar que la marihuana que había plantada era de varios socios y para autoconsumo. En el juicio, cinco socios de Dolça Revolució, entre ellos su presidenta y que declararon en calidad de testigos, se hicieron responsables de la plantación. Cada uno de ellos aseguró que era el propietario de dos plantas y que eran para uso personal y siempre con fines terapéuticos.

El caso se remonta al año 2014, cuando los Mossos acudieron a su finca después de que el horticultor les llamara porque su nieta se había perdido. Durante la búsqueda, la policía catalana observó la plantación. Decomisó un total de 89 plantas que pesaban 142 kilos, con un peso neto para el consumo de 1,8 kilos y un valor en el mercado ilícito de 8.323 euros.

Josep Pàmies siempre ha mantenido que “desde Dolça Revolució nunca hemos promocionado el uso lúdico de la marihuana, sino por sus cualidades terapéuticas”. Precisamente, la asociación abrió la campaña ‘Ninguna planta es ilegal’, con el objetivo de conseguir el reconocimiento de todas las plantas medicinales prohibidas y animando al autocultivo.