La Audiencia archiva la causa por pornografía y exhibicionismo contra los padres de Nadia

La Audiencia de Lleida ha archivado la causa penal por exhibicionismo y tenencia de pornografía infantil contra los padres de la niña Nadia, Fernando Blanco y Margarita Garau, para quienes la Fiscalía solicitaba que fueran condenados a dos años de cárcel (un año por cada delito) y se les impusiera una orden de alejamiento de diez años. El tribunal ha acordado el sobreseimiento provisional de las actuaciones y estima el recurso para pedir el archivo presentado por los abogados de estos dos exvecinos del Alt Urgell, imputados en otra causa por una estafa millonaria aprovechándose de la enfermedad de la niña. El tribunal, respecto a las 15 fotos de la menor con cuatro o cinco años, en las que según el fiscal aparece “siempre desnuda y en actitudes impropias de su edad”, determina que “difícilmente puede afirmarse con suficiente rotundidad que tuvieran un equívoco contenido sexual”, lo que lleva a “descartar su carácter pornográfico”. En su análisis, también afirma que “las imágenes tampoco pueden calificarse, desde un punto de vista objetivo, de obscenas”. A su vez, explica que no se ha hecho difusión ni tampoco se ha encontrado otro material pornográfico. Respecto a las 41 fotografías de los padres practicando sexo en los que la niña “presenciaba las relaciones sexuales descritas”, según la Fiscalía, la Audiencia entiende que “la niña aparentemente no solo estaba dormida sino que además estaba situada de manera que no tenía visión directa de sus padres (...) y sería verdaderamente difícil que una niña de 5 años permaneciera inmóvil mientras presenciara una situación como la que reflejaban las fotografías”. En ambos casos, tanto Garau como Blanco habían negado que las fotos tuvieran connotaciones sexuales. Aunque el archivo es provisional, en la práctica es definitivo ante “la ausencia de nuevas líneas de investigación”, como dice la Audiencia en el auto.

Imágenes halladas en un ‘pendrive’ al investigar la estafa millonaria El caso se remonta a finales de diciembre del año pasado, semanas después de que el juzgado de Instrucción número 1 de La Seu abriera una causa por estafa agravada contra los progenitores por haber utilizado a su hija para recaudar dinero con el pretexto que necesitaban operar a su hija de la enfermedad rara que padece (tricotiodistrofia) para alargar la esperanza de vida. Recaudaron más de un millón de euros de los que al menos se gastaron 599.000 euros. Sin embargo, los Mossos descubrieron fotos de la pequeña y de los padres cuando analizaban los pendrives que le fueron incautados en el coche cuando intentaba huir hacia Francia. El juez abrió una segunda causa por explotación sexual y exhibicionismo, y laAudiencia ahora la ha archivado. La de la estafa continúa abierta.