Un forense dice que una mujer sufrió un aborto tras ser agredida a Agramunt

La Audiencia de Lleida celebró ayer el juicio contra dos hombres acusados de propinar una paliza a dos mujeres y a un hombre en un pub de Agramunt el 30 de marzo de 2014. Además de la imputación por sendos delitos de lesiones, por los que la Fiscalía pide que sean condenados a seis años de prisión, uno de ellos también está acusado de un delito de aborto porque una de las víctimas estaba embarazada de poco más de un mes y semanas después acabó perdiendo el embrión. Por este delito, la Fiscalía solicita que se le impongan otros siete años de cárcel (13 años en total). Las defensas piden la absolución.

La mujer declaró que uno de los acusados le golpeó violentamente en varias ocasiones en la cara y el cuerpo, dejándola aturdida. La pelea empezó en el interior del local y acabó en la calle. La víctima también explicó que dijo varias veces al imputado que estaba embarazada. Un día después empezó a notar dolores abdominales por lo que acudió al médico. Días después sufrió un aborto. El médico forense que la evaluó mantuvo ayer que la causa del aborto era compatible con la agresión sufrida, no por un golpe en concreto, sino por el trauma físico y psicológico sufrido. “No se encuentra ninguna otra explicación como desencadenante, ya que no se detectó ninguna alteración morfológica en la placenta”, afirmó. El acusado negó que le diera patada alguna y solo admitió haberla empujado y propinado un puñetazo a su novio, que sufrió una fractura del tabique nasal. El hombre acabó inconsciente en el exterior del local. Por su parte, el otro acusado aseguró que no agredió a ninguna persona, que no participó en la pelea y que fue una de las chicas quien inició una discusión verbal después de insultarlo en repetidas ocasiones.

Uno de los acusados se enfrenta a 13 años de prisión, siete de ellos por un delito de aborto

El Ministerio Público solicita, además de las penas de prisión, que indemnicen a las tres víctimas con un total de 140.800 euros, de los que 117.000 euros serían para el hombre, que sufrió una fractura en la mano derecha que le ha supuesto una incapacidad laboral. Sin embargo, el forense aseguró que esta lesión era más propia de que este hubiera propinado un puñetazo que no de haber recibido un golpe. La vista oral se suspendió por la ausencia de un testigo y está previsto que se reanude dentro de los próximos 30 días.