TRIBUNALES JUICIO
Los Mossos cuestionan en el juicio la versión del cazador que mató a un payés en Tàrrega
No hallaron restos de disparo en el guante de la víctima pese a que el acusado sostiene que le arrebató la escopeta en un forcejeo || Vecinos constatan las desaveniencias por el uso de las fincas del coto de caz
Agentes de los Mossos d’Esquadra de la unidad científica cuestionaron ayer en el juicio la versión Francisco Martín, el cazador acusado de matar a un agricultor en Santa Maria de Montmagastrell (núcleo de Tàrrega) en diciembre de 2014. Martín sostiene que el disparo mortal se produjo tras un forcejeo por la escopeta entre ambos. Los agentes declararon ayer como testigos en la Audiencia de Lleida y señalaron que, al analizar los guantes de la víctima, Ramon Ribera, no hallaron restos de disparo en el mismo. En este sentido, afirmaron que varias factores podría alterar la cantidad de los residuos que pudiera haber en la prenda, pero no su presencia, que no quedó confirmada tras varios análisis. En su opinión, si la víctima hubiera cogido el cañón de la escopeta, lo más probable es que hubiera restos en el guante.
En la segunda sesión de la vista oral también declararon dos médicos forenses del Instituto de Toxicología de Madrid que confirmaron que el disparo mortal se produjo a contacto o casi contacto. Entretanto, las partes interrogaron a algunos de los cazadores que se encontraron con el acusado el día de los hechos, entre ellos el que dio la alerta al 112. Este señaló que el acusado les llamó y les dijo que “había hecho un muerto”. Entonces, como estaban cazando cerca, fueron al lugar de los hechos y alertaron a los Mossos d’Esquadra. Según él, tardaron unos 40 minutos porque fueron a casa antes a recoger el material de caza y cambiarse de ropa.
El amigo del acusado que dio la voz de alarma dice que tardaron 40 minutos porque fueron a casa antes
Asimismo, el alcalde pedáneo de Santa Maria de Montmagastrell, Ramon Miralles, declaró que había conflicto entre los propietarios de las fincas por el uso del coto de caza y que él mismo vigilaba la zona junto a la víctima, menos el día de los hechos. Una situación que se agravó tras la división del coto en octubre de 2014, dos meses antes de los hechos, el 18 de diciembre de ese mismo año.
La hija de la víctima jamás pensó que pudiera pasar nada pese a la tensión En la sesión de ayer también declaró la hija de la víctima, que señaló que sabía que había tensión con los cazadores pero que nunca pensó que pasaría nada grave. “Había problemas con cazadores de Barcelona y mi padre había llamado alguna vez a los Mossos para avisar de que estaban cazando en sus fincas”, dijo. Según su declaración, su padre, de 53 años, salió de casa para dar una vuelta en moto a las once de la mañana. La investigación apunta a que la muerte se produjo entre las 11.30 y las 11.45 horas. También declararon los agentes que intervinieron en el levantamiento del cadáver y se leyó la declaración judicial de dos testigos que han fallecido. El juicio continuará hoy con informes forenses y de balística y las conclusiones de Fiscalía, acusaciones particulares y defensa.