TRIBUNALES JUICIO
El jurado decidirá hoy si declara culpable al cazador que mató a un payés en Tàrrega
Las acusaciones rebajaron sus peticiones, que van desde los 15 años por asesinato a los 5 por homicidio imprudente || Tras un día de deliberación y cuatro de juicio, con cerca de treinta testigos y peritos
El jurado popular decidirá previsiblemente hoy si declara culpable a Francisco Martín, el cazador acusado de disparar mortalmente a Ramon Ribera, vecino de Santa Maria de Montmagastrell, en diciembre de 2014 en el coto de caza de este núcleo de Tàrrega. La declaración de los testigos, la presentación de las pruebas y las conclusiones de las acusaciones y de la defensa finalizaron el miércoles, por lo que el jurado dedicó la jornada de ayer a deliberar sobre una serie de cuestiones que deben razonar a la hora de dictar su veredicto.
Se da la circunstancia de que la última jornada del juicio celebrado desde el lunes en la Audiencia de Lleida conllevó algunos cambios en las acusaciones. De esta forma, la Fiscalía rebajó su petición de pena de 13 a 10 años de prisión por un delito de homicidio doloso al contemplar la atenuante de reparación del daño, ya que el acusado ya ha pagado la indemnización a los familiares de la víctima. También la acusación particular ejercida por los hermanos del fallecido, representada por el abogado Enric Rubio, modificó sus conclusiones y pasó de 20 a 15 años por un delito de asesinato, mientras que la acusación de la hija, ejercida por el letrado Dani Ibars, bajó de 20 años por asesinato a cinco por homicidio doloso y, alternativamente, a dos años y medio por homicidio imprudente. Por su parte, la defensa, ejercida por el abogado Andrés Maluenda, reclama la absolución, aunque admite que pudo haber homicidio imprudente y pide que, si el tribunal así lo ve, se le imponga un año de prisión.
Mantiene que el cazador tenía intención de matar pero rebaja la pena por reparación del daño
Francisco Martín, de 77 años y vecino de Sant Just Desvern, ha afrontado un juicio en el que han declarado cerca de treinta testigos, entre familiares de la víctima, vecinos y amigos del acusado, además de agentes rurales, mossos d’esquadra, forenses y peritos policiales. Los hechos ocurrieron la mañana del 18 de diciembre de 2014 en un camino del coto de caza de Santa Maria de Montmagastrell cuando el acusado disparó con su escopeta de caza a la víctima, de 53 años, que murió en el acto. El jurado deberá valorar si esta acción fue por imprudencia o con intención homicida.
Los informes de balística y de los forenses, entre las claves del juicio El jefe de investigación de los Mossos d’Esquadra declaró que los agentes vieron desde un primer momento que la muerte de Ramon Ribera se trató de un homicidio. Se basó en los análisis de los guantes de la víctima, sin residuos de pólvora, pese a que el acusado señaló que se produjo un forcejeo y que Ribera le intentó arrebatar el arma, que se disparó. Asimismo, los informes de balística señalaron que, pese a hacer una treintena de pruebas para intentar corroborar la versión del acusado, la única posibilidad era que se produjera un disparo directo. Según los forenses, la víctima presentaba un disparo en el cuello y le produjo una muerte instantánea. Los agentes que llegaron primero al lugar vieron cómo el fallecido tenía las dos manos en el manillar de la moto y la primera marcha puesta. Para la Fiscalía, esto indica que iba a irse en el momento en el que recibió el disparo. En el juicio también se pudo comprobar la tensión que hay entre vecinos y cazadores en el coto de caza de Santa Maria de Montmagastrell, en conflicto por la división entre los grandes y pequeños propietarios.
