Las pistas de esquí modernizan la innivación por la gran demanda

Casi la mitad del total de la superficie esquiable que hay en Lleida cuenta con garantías de permanencia de la nieve gracias a los sistemas de innivación artifical, asegurando así tanto el inicio de la temporada como su prolongación si las temperaturas se mantienen bajas hasta la primavera. Según la asociación catalana de estaciones de esquí (ACEM), los complejos han tenido que invertir en los últimos años en cañones de nieve para garantizar “largas temporadas” de esquí, que hace una década era impensable que comenzaran en el puente de diciembre. “Lo normal era que se abrieran pistas por Navidad”, explicó el director de la entidad, Quim Alsina, “sin embargo ahora el 12% de la facturación de toda la temporada recae en este puente”. Asimismo, el cambio climático ha influido de manera significativa en la necesidad de producir nieve artificial aprovechando las “ventanas de frío” para hacer nieve con menos energía y el menor tiempo posible, por ello la instalación de más cañones y la renovación de los que se instalaron hace 15 años que han quedado obsoletos. Las estaciones han invertido en hacerlos más eficientes, concentrando la producción, adaptada a una temperatura más uniforme, aprovechando episodios de frío y las grandes nevadas. “Supongo que el cambio climático es un factor determinante, decisivo, aunque hoy en día, el factor más importante es que el esquí ha pasado a ser una actividad económica clave para el territorio”, dijo Alsina. Antes las nevadas llegaban a cotas más bajas (1.400 metros o menos), ahora la cota de nieve se sitúa por encima de los 1.800 metros. El cambio climático existe, pero no es el único factor que justifica las inversiones en la producción de nieve artificial. “Las estaciones se han puesto las pilas y ello se nota. En 1997 no había nieve para el puente de diciembre, y ahora es inimaginable no abrir los complejos”, añadió. Alsina sostiene que en Catalunya la media de superficie innivada no llega al 50%, “muy por debajo de países con buena oferta de esquí como Austria o Finlandia, donde también recurren a nieve artificial”.