Los Bomberos sofocan 8 incendios de vivienda a la semana en Lleida

Los Bomberos de la Generalitat han trabajado este año (hasta el 30 de noviembre) en un total de 376 fuegos de vivienda en las comarcas de Lleida, lo que supone una media de ocho fuegos a la semana. Se trata de una cifra que se mantiene en los últimos años. Así, por ejemplo, en todo año 2014 (incluyendo diciembre) fueron 403 casos, en 2015 aumentaron hasta los 438 y el año pasado descendieron levemente hasta situarse en 421 casos.

El número de servicios de los Bomberos para sofocar incendios en pisos y casas se dispara a partir de otoño y, especialmente, con la bajada de las temperaturas porque se incrementa el uso de aparatos de calefacción y el encendido de chimeneas, que es una de las principales causas no solo de incendios sino también de intoxicaciones por humo y monóxido de carbono. Otro punto donde se originan muchos fuegos es la cocina por ollas que se dejan en el fuego. Precisamente la noche del miércoles los Bomberos acudieron al número 38 de la calle Plana de Balaguer por un pequeño fuego que se produjo por esta causa. No hubo desalojados y solo tuvieron que ventilar el inmueble. Precisamente en la capital de la Noguera, el viernes pasado falleció una anciana de 83 años tras intoxicarse por la mala combustión de la caldera. Esta semana también se han registrado fuegos de vivienda en Les Borges Blanques, Bellver de Cerdanya, Almenar y la ciudad de Lleida. Por comarcas, el Segrià es la que más registra, concretamente uno de cada tres casos, lo que se debe por la relevancia en cuanto a habitantes e inmuebles de la ciudad de Lleida. Este año, por ejemplo, 126 de los 376 casos se ha producido en esta comarca.

El Segrià registra uno de cada tres casos por el elevado número de inmuebles en Lleida ciudad

Para reducir estas cifras y evitar desgracias, los Bomberos hacen campañas para difundir consejos de prevención y de qué hacer en caso de incendio. Por ejemplo, recomiendan instalar detectores de humo ya que este es el principal peligro. Se trata de dispositivos electrónicos que, en caso de que haya humo en la zona donde están instalados, emiten una alarma acústica que avisa a los ocupantes del hogar en una etapa muy inicial del incendio, lo que permite a la persona actuar para evitar que vaya a mayores. En cuanto a las chimeneas, recomiendan revisarlas periódicamente.