REGADÍOS SEQUÍA
Pantanos secos, futuro incierto
La sequía, que se ha acentuado en otoño, ha reducido sensiblemente los niveles de los embalses, en especial en el Segre || Las comunidades de regantes alertan a los payeses de que no despilfarren recursos de cara al inicio de la temporada en marzo, por si persiste y el deshielo no es bueno
Con la sequía acentuándose cada año, los niveles de los embalses bajan considerablemente. Así, en el Segre, el pantano de Rialb, con capacidad para 403 hectómetros cúbicos, está a menos del 48%, pierde cada semana más de 2 hectómetros cúbicos y tiene 53 menos que el año pasado por estas fechas. En la misma cuenca, Oliana está a menos del 45% con 11 hectómetros cúbicos menos que en diciembre de 2016. El pantano de Barasona, que suministra al Aragón y Catalunya, está al 40% y acumula casi 40 menos que el pasado año. El presidente de este regadío, José Luis Pérez, señaló que “estos meses de octubre y noviembre han sido de los peores que recuerdo” y confía en San Salvador, con 85 hectómetros cúbicos de los 136 de capacidad. En el Ribagorçana, solo Santa Ana (que abastece a Pinyana, Aragón y Catalunya y Algerri-Balaguer y a la Mancomunidad que suministra agua de boca al Segrià y varios pueblos de la Noguera) está al 68% de su capacidad en detrimento de Escales, que ha perdido 84 hectómetros cúbicos respecto a 2016 y está al 36%, y de Canelles, que con 679 hectómetros cúbicos de capacidad, está a menos de 49% y ha perdido más de 25 respecto a las mismas fechas hace un año. No obstante, la situación en Lleida no llega a ser de prealerta por sequía, como ya ocurre en Aragón, donde hay pantanos al 20%