Seis días de niebla dejan sin vuelos tres días el aeropuerto de Alguaire

Seis días consecutivos de niebla intensa desde el jueves han complicado el tráfico en las carreteras de Lleida y han impedido los vuelos comerciales durante tres jornadas en el aeropuerto de Alguaire, donde media docena de vuelos se han desviado desde entonces debido a la mala visibilidad. El turoperador británico Neilson tuvo que trasladar cuatro aviones procedentes del Reino Unido a Reus el jueves, mientras que los aviones de Air Nostrum procedentes de Palma tuvieron que aterrizar en el aeropuerto tarraconense el pasado viernes y en El Prat el domingo.

Neilson tiene programados vuelos para hoy en el aeropuerto leridano, mientras los pronósticos meteorológicos apuntan a que la niebla podría alzarse entre hoy y mañana con la entrada de borrascas. Cabe recordar que, durante la pasada temporada de invierno, Alguaire perdió un total de 14 vuelos y unos 4.000 viajeros entre finales de diciembre y principios de enero, durante uno de los episodios de niebla más largos de los últimos años (ver desglose). El actual sistema de aterrizaje instrumental (ILS) para facilitar las maniobras de despegue y aterrizaje con escasa visibilidad no basta para evitar cancelaciones en condiciones de niebla densa.

La niebla que se instaló el pasado jueves en el llano solo dio tregua la tarde del pasado miércoles, cuando el sol apareció por la tarde. El Servei Català del Trànsit advertía ayer sobre la falta de visibilidad en la AP-2 en el Segrià y en la totalidad del tramo leridano de la autovía A-2. En esta última, la niebla provocó el sábado colisiones con 30 vehículos implicados entre Golmés y Vila-sana que se saldaron con 19 heridos leves y colas kilométricas. El dispositivo para desviar vehículos de la AP-2 a la N-240 en momentos de nula visibilidad no se ha activado este invierno.

Un mes sin apenas ver el sol el pasado inviernoLas comarcas del llano de Lleida tuvieron un largo episodio de niebla el pasado invierno, que comenzó por estas fechas y se prolongó durante más de un mes en el que apenas pudo verse la luz del sol durante unos pocos días. Sin embargo, ese no fue el peor episodio de niebla del que se tiene constancia. El físico Oleguer Vilella, del observatorio meteorológico de Lleida, recordó que el más largo tuvo lugar entre diciembre de 1988 y enero de 1989, cuando el manto de niebla ocultó el sol durante un mes entero sin interrupciones en las comarcas del llano de Lleida. La niebla se da en situaciones de anticiclón y reduce la diferencia entre temperaturas máximas y mínimas. Sin embargo, la humedad ambiental por encima del 95% acentúa la sensación térmica de frío. La previsión de borrascas a partir de hoy abre la puerta a que la visibilidad aumente coincidiendo con nuevos vuelos en el aeropuerto leridano.