El Balneario de Rocallaura, abocado al cierre a los cuatro años del concurso de acreedores

El balneario de Rocallaura está abocado al cierre a finales de este mes, cuatro años después de presentar un concurso de acreedores y cerca de nueve años después de abrir como centro de tratamiento y bienestar tras una inversión millonaria para remodelar las instalaciones. La empresa está en proceso de liquidación y la administración concursal habría comunicado ayer a la plantilla, formada actualmente por 34 trabajadores, que no se pagarán más nominas después del 31 de este mes. Fuentes conocedoras de la situación del balneario y del proceso actual explicaron ayer que en el último año han sido los propios empleados los que se han encargado de gestionar el complejo, mientras que también habría estado al corriente de pago tanto de las nóminas como de los proveedores. Sin embargo, la situación es extrema y la única salida, tras meses buscando otras alternativas, apunta al cierre de las instalaciones.

Roger Vilanova, hijo de la familia históricamente propietaria (Vilanova Marqués), aseguró ayer que aún se podrán efectuar reservas para el hotel hasta final de mes. Vilanova reconoció que es una situación difícil ya que se ha llevado a cabo una gran inversión de más de 10 millones de euros, y también que ha sido un revulsivo para el Urgell, ya que hasta 200.000 turistas han visitado el complejo. Pese a to do, explicó que “en ocasiones los proyectos no consiguen suficiente impulso para continuar adelante”. La familia Vilanova Marqués recuperó en 2015 la gestión del balneario que estaba en manos de Hotusa desde el año 2011. De esta manera, la empresa Balneario de Rocallaura SL se quedó en ese momento con la gestión, aunque siguió en concurso de acreedores.

En 2014 el balnerario de Rocallaura SL entró en situación concursal con un activo de 10 millones de euros y un pasivo de 7 millones. La familia había invertido en el proyecto 5 millones a través de aportaciones y créditos personales y otros 5 a través de la Caixa d’Arquitectes de Barcelona. El alcalde de Vallbona de les Monges, municipio al que pertenece Rocallaura, Ramon Bergadà, lamentó ayer la situación del balneario y remarcó que es una pérdida para el municipio y el conjunto del Urgell. Señaló que el ayuntamiento ha tratado también de buscar alternativas, aunque sin éxito. Los próximos pasos quedarán a expensas del administrador del proceso y del juez encargado del tramite concursal de la empresa.

Un complejo de 1908 situado junto al monasterio y en la ruta del Císter Desde que hace dos años la familia Vilanova recuperó la gestión, el objetivo ha sido impulsar la actividad del balneario hasta llegar a la situación actual. El complejo, de cuatro estrellas, está situado a cinco minutos del monasterio de Vallbona de les Monges, en plena Ruta del Cister. La familia atribuyó la situación de concurso a la asfixia del contrato de alquiler. Este balneario lo construyó a principios del siglo XX el abuelo la familia Vilanova Marqués y se reformó entre 2004 y 2008. Actualmente tiene 82 habitaciones, entre ellas 10 minisuites, 6 suites y habitaciones adaptadas, además de salas de convenciones y una zona de balneario con piscinas de hidromasaje, sauna, zona de relax y tratamientos corporales. En paralelo, la familia sí tiene todavía inscrito a su nombre la titularidad de la concesión de las aguas con las que funciona el balneario, una situación que por el momento no ha variado.