TURISMO ESTABLECIMIENTOS
El balneario de Rocallaura, despedida y cierre
El balneario de Rocallaura, en Vallbona de les Monges, echó ayer por la mañana el cierre al no lograr superar un concurso de acreedores presentado en 2014. Hace 9 años abrió como nuevo centro de tratamiento y bienestar tras una inversión de unos 10 millones de euros. En el interior de las intalaciones, solo quedan ahora 3 trabajadores de los 34 de la plantilla, que se ocupan de hacer los preparativos de desmontaje y atender llamadas hasta mediados de mes, según fuentes sindicales. En el exterior, solo se veía ayer un vehículo, y en la puerta había colgado un cartel con un teléfono de contacto para atender a los interesados o los afectados. Los propietarios dan por sentado que el inmueble se subastará. Por su parte, los trabajadores declinaron hacer declaraciones, aunque uno de sus portavoces apuntó que “quizás cuando todo haya pasado lo explicaremos”. El cierre de este balneario ha obligado a cancelar las reservas que quedaban pendientes para las próximas semanas. El balneario que cierra ahora es heredero del que construyó el abuelo de la familia Vilanova Marqués a principios, y el proyecto se remonta a 1909 cuando el agua de Rocallaura fue declarada de utilidad pública. El complejo ha recibido a más de 200.000 turistas y el agua de Rocallaura es considerada única por los minerales que contiene: el litio, el estroncio y su PH alcalino. También se le atribuyen propiedades para eliminar piedras en el riñón y características consideradas curativas, ya que se usa para tratar enfermedades de la piel como la psoriasis. El agua sigue en manos de la antigua familia propietaria.