A juicio por atar a una mujer y torturar a su marido en Organyà

El juzgado de lo Penal número 2 de Lleida tiene previsto acoger este mediodía el juicio contra los cuatro acusados de un brutal asalto violento en una masía de Organyà el 8 de septiembre de 2016, en el que ataron a dos mujeres y a un hombre en una granja y fueron a la vivienda de la dueña de la explotación, donde metieron en la bañera a su marido, que sufre una severa invalidez, y le torturaron hasta que les entregó el dinero que había en la casa, unos 1.200 euros y joyas valoradas en otros 1.000.

La Fiscalía solicita una condena de siete años de prisión para uno de los acusados y sendas penas de seis años para los otros tres imputados. El Ministerio Público les acusa de un delito de robo con violencia e intimidación con la agravante de disfraz y abuso de superioridad porque iban armados y con pasamontañas (cuatro años), un delito de lesiones (dos años) por la paliza que propinaron al propietario de la casa y varios delitos leves de lesiones.

Los Mossos d’Esquadra detuvieron a los presuntos autores meses después de los hechos. Según los investigadores, dos de los acusados idearon el asalto facilitando toda la información logística para cometerlo y los otros dos imputados fueron los autores materiales. El atraco se produjo cuando dos mujeres llegaron a una granja propiedad de una de ellas y dos hombres, vestidos con monos de color verde y con los rostros ocultos con pasamontañas, las asaltaron, las ataron e hicieron lo mismo con un vecino de La Seu que acababa de llegar a la granja para comprar conejos. Posteriormente, se dirigieron a la vivienda, metieron en la bañera al propietario y lo golpearon repetidamente hasta que les dijo dónde estaban 1.200 euros. “Me dijeron que si no encontraban el dinero que les había dicho que teníamos guardado en casa le pegaban un tiro a mi marido y no lo volvía a ver”, explicó al mujer a este periódico.

Los Mossos identificaron a uno de los ladrones a partir de un turismo que estaba aparcado cerca de la granja días antes del robo. Este hombre se presentó días antes a una comisaría para denunciar que le habían sustraído su coche particular, pero tras contradecirse en varias ocasiones, reconoció su participación en el asalto. En el domicilio de dos de los acusados, los investigadores recuperaron un mono verde, pasamontañas y cuerdas como las usadas para atar a las víctimas.