Compró 3,5 kilos de ‘maría’ para su consumo “porque era un chollo”

“Quería comprar un kilo de marihuana para autoconsumo pero al final compré los 3,5 kilos porque era un chollo. Pagué 4.000 euros por ella cuando en mi país (Letonia) el kilo puede costar entre 6.000 y 8.000 euros”. Esto es lo que declaró ayer al mediodía ante la jueza un hombre que en febrero del año 2016 fue detenido por los Mossos d’Esquadra en El Palau d’Anglesola por llevar 3,5 kilos de marihuana y 12.150 euros en metálico, para quien la Fiscalía solicita una condena de dos años de prisión por un delito contra la salud pública. La defensa, en cambio, solicitó la absolución al considerar que la sustancia era para autoconsumo y porque el acusado no conocía que su tenencia fuera ilegal en España. El juicio se celebró con la ayuda de una intérprete de ruso.

El hombre fue detenido el 26 de febrero en en un control preventivo de robos que los Mossos d’Esquadra montaron en la rotonda del polígono industrial de la localidad. Tras detener el vehículo que conducía y pedirle la documentación, la policía notó el fuerte olor que desprendía la marihuana. “Llevaba una caja en el maletero que estaba a la vista y el dinero, en una cantidad muy poco habitual, en la chaqueta”, comentó uno de los Mossos que participó en su detención. Los agentes explicaron que el hombre no mostró una actitud sospechosa y que apenas pudieron comunicarse con él porque no entendía ni catalán ni español. El acusado aseguró que llegó días antes a Barcelona y que un hombre le facilitó por escrito una dirección en El Palau d’Anglesola en la que podía comprar marihuana para su consumo. “Pensé que si la compraba de un vez, ya no tendría que ir a por más”, afirmó. Algo que no cree la Fiscalía, que calificó de “ilógicas” las explicaciones ofrecidas, recordó que el autoconsumo está fijado entre cinco y seis gramos por día y explicó que el acusado había viajado el mes anterior y en varias ocasiones a Rotterdam, Barcelona y Dublín, por lo que no descartaba que se dedicara a la introducción de marihuana en su país.

La fiscal consideró “ilógica” su explicación y destacó sus múltiples viajes a Dublín, Rotterdam y Barcelona

Por su parte, la defensa mantuvo que el acusado se pensaba que el consumo era legal, que la marihuana no era para traficar y que el hombre no cuadra con el perfil de una persona que se dedique a vender droga.