COMUNICACIÓN
“Los usuarios del transporte público también reivindican un servicio puerta a puerta”
Enric Ticó apuesta por convertir FGC, empresa que preside, en un “agente de la intermodalidad”
“Nuestra sociedad tiene más funcionarios que visionarios. Y nosotros necesitamos visionarios que nos ayuden a pensar cómo serán los hábitos de movilidad en el futuro”. Pese al gran interrogante que planteó al público de los Diàlegs de SEGRE en el Roser, el presidente de Ferrocarrils de la Generalitat, Enric Ticó, dio signos de tener muy claro por dónde deben ir los tiros. Los “clientes” del transporte público, señaló, reivindican un servicio puerta a puerta como el que puedan tener los usuarios de la movilidad privada. El futuro, añadió Ticó, pasa por un modelo de transporte intermodal “en el que nosotros (FGC) debemos ser activos” para tratar de cubrir las necesidades. Y eso se hará “facilitando el acceso a las estaciones de transporte público” con vehículo privado, del tipo que sea, incluído el modelo eléctrico, la bicicleta o el transporte compartido. Un viajero de Lleida puede tomar un autobús y parar en la estación de tren para ir a Barcelona y coger el metro o el ferrocarril, puso como ejemplo, de modo que la compañía que preside debería prever y cubrir esta posibilidad como “agente intermodal”.
Para ello, entre otros aspectos, Ticó señaló que la empresa pública debe seguir innovando. “La revolución tecnológica va acompañada de una revolución cultural”, manifestó, a la vez que defendió la movilidad como servicio en una sociedad, que ya comienza a imponerse, en la que cada vez menos personas son propietarias de un vehículo privado. En parte, por un mayor respeto hacia el medio ambiente; y en parte, porque se está comenzando a primar la calidad del servicio por encima de la propiedad.
Ticó repasó también las innovaciones que la empresa que preside está implantando en la línea que gestiona. Por ejemplo, un tren aula para la formación de los clientes en inglés. La promoción de la compra de billetes desde casa o una aplicación de móvil que permite a los usuarios denunciar actos de incivismo en tiempo real. En este punto, señaló que se han dado varios casos de notificaciones sobre viajeros que reposan los pies sobre el asiento de delante, por ejemplo, que han permitido al responsable del convoy llamar al orden. Ferrocarrils utiliza también drones para sobrevolar la línea de La Pobla e identificar puntos en los que pueda haber riesgo de desprendimientos.
El presidente de Ferrocarrils defendió que la línea de La Pobla puede asumir junto al transporte de viajeros un servicio de paquetería entre las comarcas del Pirineo y del llano, si bien vio más difícil que tenga un papel en el transporte de mercancías, como había sido hace décadas. En cambio, defendió la recuperación de la línea, que la Generalitat asumió hace más de una década y en la que ha invertido unos 70 millones de euros, y manifestó que esta inversión se ha traducido en una mejora del servicio y un incremento del número de viajeros.
Además, Ticó apostó por reforzar el servicio de Cercanías en Lleida de modo que se convierta en una red de transporte intermodal que cubra no solo las comarcas del llano (junto al tren de La Pobla) si no que alcance un perímetro mayor que debería llegar a municipios de la Franja de Ponent como Monzón. “Esto debería afrontarse durante esta legislatura”, manifestó, y permitiría integrar las Cercanías de Lleida en otros servicios de tren regionales.
En los próximos años, FGC prevé incorporar un tercer tren en la línea de La Pobla (en 2020), que permitirá reforzar el servicio y pasar de los 192.000 viajeros del año pasado a incluso 300.000, según los cálculos de la empresa. Ticó recordó que el tren se completa con un servicio de autocares hasta Esterri d’Àneu, que funciona en convenio con la empresa Alsa, de modo que apostó por que “el futuro pasa por una red de transporte en la que cada medio cumpla un papel en el que sea sostenible”.
Ticó es también responsable de las estaciones de esquí del Pallars, que FGC gestiona desde que pasaron a ser de propiedad pública por deudas de sus antiguos propietarios. En relación a los complejos de Espot y Port Ainé, reiteró que la vocación de la Generalitat no es la de ser su propietaria, aunque admitió que de momento no cuentan con ningún postor. En cambio, dijo que la gestión de los equipamientos debe reforzar las iniciativas privadas de modo que colaboren en incrementar los ingresos y reducir el déficit de gestión. Recordó que contribuyen a crear medio millar de empleos en el Pallars.