TRIBUNALES SENTENCIA
El cazador que mató a un payés de Tàrrega lleva su condena al TSJC
La Audiencia de Lleida le impuso cinco años y medio tras ser declarado culpable por el jurado popular || Consideró probado que tuvo intención de matar a la víctima
La defensa de Francisco Martín, el cazador de Sant Just Desvern condenado a cinco años y medio de prisión por matar a un agricultor de Santa Maria de Montmagastrell (núcleo de Tàrrega), ha presentado un recurso contra la sentencia de la Audiencia de Lleida ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). El recurso pretende rebajar la pena impuesta al cazador teniendo en cuenta su tesis de que la muerte de Ramon Ribera, de 53 años, se produjo por una imprudencia y no constituye un homicidio doloso como consideró probado el jurado popular que le declaró culpable.
A finales del año pasado, la Audiencia Provincial condenó a cinco años y medio de prisión al cazador después de que el jurado popular considerara que tuvo la intención de matar a la víctima. El tribunal le aplicó el agravante de abuso de autoridad pero también la circunstancia “muy cualificada” de reparación del daño, porque Martín pagó las indemnizaciones a la hija y a los hermanos de la víctima justo antes del juicio. El tribunal también le impuso la prohibición de acudir o residir en Santa Maria de Montmagastrell y comunicarse con los familiares de la víctima durante siete años. Asimismo, tal y como quería el jurado con siete votos a favor y dos en contra, la Audiencia propuso al Estado el indulto parcial de la pena impuesta debido a su avanzada edad. Esto podría evitar su ingreso en prisión si el Consejo de Ministros, quien debe tomar la decisión, acepta indultarle una parte de la pena.
La Fiscalía solicitó una condena de diez años de prisión, igual que una de las acusaciones particulares, mientras que la otro pidió una pena de cinco años. La defensa, también solicitó cinco años, tras admitir una imprudencia grave al ir con la escopeta cargada. Sin embargo, instó a tener en cuenta sus circunstancias, por la edad (75 años) y porque cuida de su mujer enferma de Alzheimer. El condenado, que sigue en libertad, siempre sostuvo que la muerte de Ribera se produjo de forma accidental, después de que la víctima intentara arrebatarle el arma, pero el jurado popular se decantó por el homicidio doloso al creer que tuvo intención de acabar con la vida del agricultor.