SUCESOS TRAS EL TEMPORAL DE NIEVE
Herido al caer una roca sobre su coche en El Pont en uno de los 5 aludes en vías del Pirineo
Varias piedras de gran tamaño han caído desde la tarde del jueves en el Eix Pirinenc y la N-230 || El siniestro en esta última carretera reactiva la reivindicación de mejoras en la seguridad ante Fomento
Un vecino de Arties de 37 años resultó ayer herido grave al caer una roca sobre su coche mientras circulaba por la N-230 en El Pont de Suert en dirección a Lleida. Ocurrió poco antes de las 9.00, cuando una piedra de 50 centímetros de largo y 40 de ancho se desplomó en el punto kilométrico 116, en la zona de curvas junto al pantano de Escales donde hay mallas antialudes. La víctima fue trasladada al hospital Val d’Hebron con pronóstico estable dentro de la gravedad y un carril de la carretera quedó cortado y con paso alternativo. Hubo colas de 2 kilómetros hasta que el tráfico se restableció pasadas las 11.00.
El accidente fue consecuencia de uno de los al menos 5 desprendimientos en esta carretera y la N-260 desde el jueves. Llegan tras las nevadas del martes y de heladas. En la N-230, el 112 recibió aviso la noche del jueves sobre una gran piedra en el punto kilométrico 117, cerca del lugar del siniestro al día siguiente. En la N-260, una roca atravesó rodando la calzada cerca de Malpàs el jueves. Esa misma noche, piedras sobre el asfalto en Bellver obligaron a dar paso alternativo entre las 3.56 y las 4.58 horas. Otra roca del tamaño de un coche cortó ayer por la tarde un carril en Conca de Dalt. Horas más tarde, un carril a 4 kilómetros de El Pont estaba cerrado y con paso alternativo por riesgo de derrumbes.
El accidente en la N-230 reactivó la reivindicación de seguridad ante Fomento, que tramita su proyecto para rehacerla con viaductos y túneles entre Sopeira y el túnel de Vielha. El Síndic de Aran, Carlos Barrera, insistió en exigir la alternativa con más túneles, más segura y cara que la que plantea el ministerio. El alcalde de Vielha, Juan Antonio Serrano, reclamó dar prioridad a las obras en este tramo. También el presidente del consell de la Ribagorça, Josep Lluís Farrero, subrayó la necesidad de celeridad. Fuentes de las concesionarias del mantenimiento de la N-230 apuntaron que los desprendimientos son “inevitables” pese a las mallas.
Tras las nevadas y las lluvias, los caudales de algunos ríos se han triplicado. Es el caso del Segre a su paso por La Seu, que llegó ayer a los 45 metros cúbicos por segundo.