CARRETERAS CIRCULACIÓN TRANSFRONTERIZA
Restricciones al paso de camiones en Francia asfixian en Lleida al transporte internacional
Obras en Saint Béat les impiden atravesar la frontera por la N-230 y pueblos galos en el corredor de Bielsa limitan el tráfico a solo 4 horas || Esto obliga a largos rodeos que implican sobrecostes para el sector
Restricciones al paso de camiones en Francia asfixian en Lleida al transporte internacional de mercancías. Comenzaron con el cierre de la carretera RD44 en Saint-Béat por riesgo de caída de rocas, que impide a los vehículos pesados atravesar la frontera a través de la Val d’Aran desde finales de diciembre. Esto desvió la mayor parte de este tráfico al corredor del túnel de Bielsa (Huesca) y, a principios de febrero, el consejo departamental de Hautes Pyrenées limitó su paso a solo cuatro horas al día para evitar colapsos en las travesías de varios pueblos. Esta situación obliga a las empresas del sector a dar largos rodeos en los trayectos transfronterizos y causa sobrecostes en cada viaje del medio millar de camiones que cruzan cada día la frontera entre las comarcas leridanas y el territorio galo.
Importaciones de cereales desde Francia para la fabricación de piensos en Lleida y transporte transfronterizo de productos refrigerados constituyen la mayor parte del tráfico de mercancías que, hasta finales del año pasado, atravesaba la frontera a través de la N-230 en Les. La prohibición de paso por la carretra de Saint-Béat y las restricciones en el eje de Bielsa, donde los camiones pesados solo pueden circular entre las 5.30 y las 7.30 de la mañana y las 19.30 y las 21.30 de la tarde, prolonga los trayectos en un promedio de dos horas, según empresas del sector. Las alternativas son el paso a través de Puigcerdà, que incluye un túnel con un peaje de 30 euros; o bien los ejes transpirenaicos de Somport, Canfranc, Irún y La Jonquera. Atravesar Andorra implica dificultades al tratarse de un país extracomunitario.
Prolongar la duración de cada viaje se traduce en camiones infrautilizados, conductores obligados a parar al agotar el límite de horas que registran los tacógrafos y, en definitiva, sobrecostes que fuentes del sector estiman en hasta un 15% por cada trayecto. Un aumento de los costes que, apuntaron, las empresas de transporte no pueden repercutir en sus clientes y que reduce el margen de beneficios de cada operación. Fuentes de la empresa Transsegre, que transporta cereales y productos refrigerados entre Lleida y Francia, apuntaron que las complicaciones para circular por el país vecino suponen “días de carretera perdidos” que encarecen cada viaje. Por su parte, responsables de logística de la firma Cereals Torremorell de Algerri señalaron que el paso a través de Bielsa aumenta el riesgo al circular a través de travesías urbanas estrechas.
Nuevo alud en la N-230 en El Pont que obliga a dar paso alternativo
Un nuevo alud en la carretera N-230 a la altura de El Pont de Suert, en el punto kilométrico 120, obligó a dar paso alternativo a los conductores durante la noche del viernes, según informaron desde Trànsit. Ayer no se registraron incidencias relacionadas con desprendimientos en las carreteras del Pirineo. Este desprendimiento se suma a los que se registraron en esta misma vía y en la N-260 el viernes. En uno de ellos un vecino de Arties resultó herido grave al caer una roca sobre su coche en la N-230. Otro de los incidentes remarcables sucedió en la entrada al túnel de Erinyà donde una roca del tamaño cortó un carril del Eix Pirinenc (ver SEGRE de ayer).