El vandalismo se ceba en la estación de tren de Tàrrega y obliga a cerrarla por las tardes

Los actos vandálicos en las infraestructuras de la línea de tren de Manresa han provocado daños por miles de euros en los últimos años. Recientemente, Adif ha optado por cerrar a partir de mediodía la estación de Tàrrega para evitar nuevos ataques. Adif comunicó la aplicación de esta medida al ayuntamiento de la capital del Urgell después de que una ola de vandalismo haya dejado varios desperfectos. En este sentido, en Tàrrega se registraron cinco incidencias relacionadas con el vandalismo en 2017, mientras que solo el pasado mes de febrero fueron seis. Según la empresa pública, los incidentes van desde cristales rotos hasta pintadas, pasando por la rotura del reloj y de una cerradura de la estación. Además, a mediados del año pasado tuvieron que invertir 3.500 euros para limpiar y retirar grafitis de los muros de la infraestructura. En estos momentos, solo se puede acceder a la sala de espera de la estación de tren de la capital del Urgell entre las 06.00 y las 14.00 horas, en el horario del trabajador que se encarga de la venta de billetes. El resto de la jornada, cuando no quedan empleados, los usuarios deben acceder a las vías y comprar los billetes al revisor o a través de internet. A pesar de que hay cámaras de seguridad, los ataques son continuos. Actualmente, en la sala de la estación de Tàrrega tienen dos ventanas con la reja bajada porque los cristales están rotos y hay varias papeleras abolladas. Desde la empresa lamentan estos ataques porque acaban repercutiendo en los usuarios, que ahora se quedan sin una sala donde poder esperar la llegada de los trenes, sobretodo en días de inclemencias meteorológicas.

Asimismo, en la estación de Bellpuig no se venden billetes, aunque abre a las 07.00 y cierra a las 21.00 horas. El alcalde, Salvador Bonjoch, aseguró que el objetivo de esta medida es ofrecer a los usuarios del tren un espacio cerrado para resguardarse. No obstante, reconocó que se registra mucho vandalismo, “sobretodo pintadas”. En Cervera, está abierta de las 06.35 a las 22.00 y se pueden comprar los billetes para el tren durante todo el día. Otro caso es el de Mollerussa, donde la estación hace más de una década que se encuentra cerrada. El alcalde de la capital del Pla d’Urgell, Marc Solsona, afirmó que también “aparecen pintadas”, aunque ahora, tras la entrada en servicio de la nueva estación de autobuses se han instalado cámaras de seguridad en la zona y prevén que se reduzcan las incidencias.