Condenado un ginecólogo por un error de diagnóstico en un cáncer

La Audiencia de Lleida ha condenado a un ginecólogo a indemnizar con 75.000 euros a una leridana por el retraso en el diagnóstico de un cáncer de cérvix por no utilizar todos los medios técnicos que tenía en su consulta privada de Zaragoza. Según la sentencia, la joven empezó a visitar al ginecólogo en junio de 2009 por un embarazo. En ese momento tenía 26 años. Dos años después, el mismo médico le diagnosticó un cáncer de cuello de útero por el que tuvo que recibir tratamiento en el hospital Arnau de Vilanova. La Audiencia da la razón a la denunciante al establecer que el ginecólogo no le hizo una citología en la primera visita, como establece el protocolo médico, por lo que se da una “pérdida de oportunidad”. Al cabo de dos años y ante los síntomas que presentaba la joven, el ginecólogo le hace la citología, que da negativo, pero la biopsia determina que padece un cáncer a causa del virus del papiloma humano. El retraso imposibilita a la paciente a poder combatir el virus con la vacuna y acaba desarrollando un cáncer por la que es operada y recibe quimioterapia y radioterapia. Según la sentencia, el caso corresponde a un retraso en la prueba médica practicada. De haberse hecho dos años antes podría haberse detectado el cáncer en un estado menos avanzado, por lo que la paciente se podría haber sometido a un tratamiento menos agresivo.

Sin embargo, la Audiencia reduce la indemnización a la que fue condenado el facultativo por el Juzgado de Primaria Instancia 3 de Lleida, de 217.000 euros, a los 75.000 al entender que el diagnóstico tardío no ha reducido los años de vida de la paciente al señalar que ha superado el tratamiento médico, pese a las importantes secuelas que padece. El ginecólogo y su aseguradora recurrieron la sentencia de primera instancia y la Audiencia reduce la indemnización, aunque mantiene la responsabilidad por negligencia y condena también a pagar los intereses desde junio de 2016.

Juicio a 3 médicos de Fraga por no ver la pila que se tragó una niña

El Juzgado de lo Penal 1 de Huesca tiene previsto acoger el próximo jueves el juicio contra los tres médicos de Fraga acusados de negligencia por no detectar en diciembre de 2010 que una niña de 20 meses de Torrent de Cinca se había tragado una pila del mando a distancia, lo que le provocó daños irreparables. La vista oral se fijó el pasado mes de octubre después de que las partes no llegaran a un acuerdo. La Fiscalía solicita una condena de tres años de cárcel y otros cuatro de inhabilitación para los facultativos acusados. El Ministerio Público también solicita el pago de una indemnización de 430.000 euros para la menor por las lesiones y graves secuelas, cantidad que la acusación particular eleva a 1.035.000 euros al entender que la niña estará limitada a lo largo de su vida.