MUNICIPIOS OBRAS
La Granja obliga a precintar edificios de las antiguas minas para evitar que los okupen
Unas veinte personas que buscan empleo en la campaña de la fruta se instalan allí cada verano || El municipio localiza a herederos de los dueños para que los cierren o lo hará de forma subsidiaria
La Granja d’Escarp quiere precintar edificios de la antigua empresa minera Lignitos del Segre, gravemente deteriorados y donde cada verano se instalan alrededor de una veintena de personas que buscan empleo en la campaña de la fruta. El ayuntamiento ha iniciado el proceso para localizar a los herederos de los propietarios y exigirles que los mantengan en las condiciones de seguridad y salubridad que establece la normativa. De lo contrario, el propio consistorio deberá actuar de forma subsidiaria para clausurarlos o demolerlos con cargo a los titulares. Junto a la insalubridad de la zona y el posible riesgo de derrumbes, la okupación de estos inmuebles ha llegado a perjudicar la imagen pública del sector agrícola de este municipio.
“Algunos medios han mostrado a las personas que okupan estos edificios como un ejemplo de las malas condiciones de los trabajadores temporeros”, explicó el alcalde, Manuel Solé, quien recalcó que “no son los agricultores quienes les alojan allí”. Afirmó que la mayoría de personas que lo habitan en verano no tienen contrato, sino que buscan empleo en la campaña de la fruta. También hay algunos trabajadores contratados, apuntó, que prefieren instalarse en la antiga empresa minera para no ver reducido su salario por usar los alojamientos que ofrecen los agricultores.
Las construcciones están muy deterioradas y acumulan todo tipo de desechos a su alrededor
“Son edificios que tienen unos setenta años y llevan por lo menos veinte abandonados”, subrayó el primer edil, y precisó que la mayoría de sus ocupantes se instalan en un gran edificio de treinta metros de altura a menos de medio kilómetro del pueblo. Se trata de una construcción de hormigón y ladrillo que presenta ya desprendimientos y en cuyo alrededor se acumulan todo tipo de desechos. “Es insalubre y podría llegar a resultar peligroso para quienes se instalan allí”, apuntó.
A raíz de esta situación, el ayuntamiento indagó en la propiedad de estas construcciones y concluyó que su propietario era la antigua Lignitos del Segre, que inició su actividad en la zona durante las primeras décadas del siglo pasado y actualmente está inactiva. El consistorio localizó a continuación a quien considera posible heredero de esta sociedad mercantil, como primer paso para reclamarle que tapie las construcciones abandonadas o bien lleve a cabo derribos si se detecta riesgo de ruina. Una vez abierto el expediente, se ha abierto un plazo de diez días para que el interesado pueda presentar alegaciones.