Alcarràs multa con 8.204 euros al dueño de un perro que atacó a una niña de tres años

El ayuntamiento de Alcarràs ha sancionado con 8.204 euros al propietario de un perro de raza potencialmente peligrosa que en junio del año pasado atacó a una niña de tres años en plena calle. La pequeña estuvo hospitalizada más de una semana en el Arnau de Vilanova debido a la gravedad de las heridas. El pleno del ayuntamiento aprobó ayer la multa administrativa y la cantidad es el resultado de las diferentes infracciones cometidas por el propietario que fueron reflejadas por la Policía Local. Concretamente, el perro no llevaba bozal a pesar de ser considerado de raza potencialmente peligrosa (800 euros) y su propietario no disponía de seguro (1.500 euros) ni licencia (3.500 euros), dejó suelta a la mascota y no adoptó las medidas necesarias para evitar que se escapara (2.404 euros).

Los padres de la pequeña, que también participaron en el pleno, mostraron ayer su malestar por la demora del proceso y la cuantía de la sanción. “Queríamos una sanción ejemplar por la gravedad de los hechos”, explicó ayer a este periódico la madre de la niña, que añadió que “el infractor se enfrentaba a una posible sanción de hasta 21.000 euros e inicialmente la propuesta del ayuntamiento era de solo 6.000. Nosotros pedíamos que se le impusiera la mitad de la cantidad máxima y finalmente la han fijado en 8.204 euros”.

Los padres de la menor querían una sanción “ejemplar” debido a la gravedad de los hechos

Por otra parte, en el mismo pleno se aprobó una segunda sanción de 800 euros para el propietario de otro perro por pasearlo sin bozal ni correa en espacios públicos. El ayuntamiento, a través de su Policía Local, lleva a cabo diferentes campañas, tanto preventivas como de control, para que los propietarios de mascotas cumplan con la normativa. Según la Memoria de la Policía Local, en el año 2016 se interpuso un total de 20 denuncias, mientras que el año pasado fueron 17.

“Nuestra hija todavía está en tratamiento psicológico” El ataque del perro todavía provoca secuelas en la pequeña y sus padres. “La niña todavía está en tratamiento psicológico y tanto nosotros como ella, cuando salimos a la calle, estamos en un estado de alerta permanente cuando vemos un perro. Está siendo muy duro”, afirmaron ayer los progenitores, que recordaron que antes del ataque ya habían alertado en dos ocasions del peligro del animal. El ataque duró más de tres minutos y fueron necesarios cuatro adultos para que el perro soltara a la menor. Tuvo lugar el 21 de junio de 2017 en la calle Segrià de Alcarràs. La niña sufrió varios mordiscos, el más grave en el muslo derecho, que estuvo a escasos milímetros de afectarle la vena femoral. También sufrió heridas en ambos brazos, el costado y la espalda. El caso también está abierto por la vía judicial.