Rescatan los dos cuerpos sepultados al caer una montaña en Castell de Mur

Los bomberos rescataron ayer por la tarde los cuerpos del matrimonio de Sant Esteve de la Sarga que quedó sepultado el lunes por la tarde por el derrumbe de un risco sobre la vía LV-9124 en Castell de Mur. Las obras se centran ahora en habilitar un paso entre Moror y Cellers porque la reapertura de la carretera tardará más de dos meses.

Los cuerpos de las dos personas sepultadas el lunes por el desprendimiento de un risco sobre doscientos metros de la carretera LV-9124 en Castell de Mur fueron rescatados ayer por la tarde, unas 24 horas después de que un risco se desplomase sobre doscientos metros de la vía que une este municipio con el de Sant Esteve de la Sarga. A falta de identificación oficial por parte del instituto forense, se da prácticamente por seguro que se trata de Jordi Navarra y Anna Torres, un matrimonio septuagenario de Sant Esteve y los padres del alcalde de este municipio, Jordi Navarra. Este suceso era ayer motivo de tristeza entre los vecinos de los pueblos en todo el trazado de esta carretera.

Mientras los equipos de rescate trabajaban desde el mediodía en localizar y recuperar los cuerpos, agentes de los Mossos señalizaron algunos de los caminos ya existentes entre los pueblos de Moror y Cellers para establecer una ruta alternativa que facilite el acceso a los servicios de Tremp desde Sant Esteve y núcleos agregados como Alsamora, Beniure, L’Alzina, Moror y Estorm. Por la tarde, maquinaria empezó a trabajar en estos caminos para acondicionar tramos que ayer solo eran aptos para vehículos todoterreno. La reapertura de la carretera, por su parte, tardará más de dos meses.

La Diputación, propietaria de la carretera, estima que 60.000 toneladas de rocas se desplomaron el lunes sobre la calzada y calcula que el solo hecho de retirarlas llevará dos meses. Sin embargo, antes de poder hacerlo, geólogos del Institut Cartogràfic i Geològic (ICGC) deberán completar una evaluación sobre el riesgo de nuevos desprendimientos en la zona. Sus informes servirán como base al proyecto sobre cómo despejar la plataforma de la carretera. Por su parte, vecinos de Sant Esteve de la Sarga y de Castell de Mur incidían ayer en que esta vía requiere actuaciones de saneamiento en varios puntos de su trazado para garantizar la seguridad (ver páginas 4 y 5).

La densidad de tráfico en la LV-9124 se estima en apenas un coche por hora. Sin embargo, su tráfico aumenta sensiblemente en fin de semana, cuando la zona recibe a turistas que visitan el Montsec; y los lunes, cuando vecinos del municipio de Sant Esteve de la Sarga acuden al mercado semanal de Tremp. El día de la tragedia, una vecina del pueblo de Estorm pasó por el tramo del desprendimiento apenas diez minutos antes de que el risco se desplomara; mientras que un vecino de Moror fue el primero en encontrarse con las miles de toneladas de rocas sobre la vía y en dar la alarma. Se trata de un lugar que albergaba una cueva y que había sufrido ya un primer desprendimiento de importancia, aunque de menor magnitud, hacía unos sesenta años. El del pasado lunes, mucho mayor, llegó tras una semana en que la lluvia dejó más de 200 litros por metro cuadrado después de meses de sequía, Arrasó los restos de la ermita y del pueblo abandonado de Les Esplugues.