INFRAESTRUCTURAS FAUNA
Capturan conejos con jaulas en el aeropuerto de Alguaire al poner en riesgo la seguridad
Agricultura lo autoriza al constatar desperfectos provocados por las madrigueras en el subsuelo || Como alternativa al uso de armas de fuego al tratarse de una instalación abierta al tráfico de aviones
El aeropuerto de Alguaire ha desplegado jaulas esta semana para capturar conejos y evitar que provoquen daños en las instalaciones. El departamento de Agricultura ha autorizado el uso de cajas trampa en el interior del recinto al constatar desperfectos ocasionados por estos animales y al considerar que suponen “un riesgo para la seguridad aeronáutica”. Así consta en el permiso que ha expedido la conselleria, en un momento en que la proliferación de esta especie la ha convertido en una plaga que daña cultivos en municipios vecinos como Alpicat, Torrefarrera y Rosselló.
Un informe de los agentes rurales acredita “daños producidos por los conejos en infraestructuras” del aeropuerto. Ejemplo de ello son las numerosas madrigueras que han excavado en taludes y márgenes, entre ellos el de la plataforma sobre la cual descansa la pista de aterrizaje. Esto socava terrenos bajo el asfalto, reduce su estabilidad y puede provocar hundimientos a largo plazo, ya que cada madriguera puede alcanzar los 50 metros de profundidad y se comunican entre sí. Además, los animales se convierten en un obstáculo si invaden la pista y, allí donde abundan, atraen a aves rapaces y otros depredadores.
Las jaulas han permitido capturar a 143 conejos en el recinto del aeropuerto desde el pasado martes
Las batidas de cazadores con escopetas son el método más frecuente para reducir la población de conejos en los municipios que rodean el aeropuerto. Sin embargo, el uso de armas de fuego presenta complicaciones legales y de seguridad en una instalación abierta al tráfico aéreo (incluso en días en que no recibe vuelos comerciales). En lugar de eso, en Alguaire han optado por capturarlos con vida mediante cajas trampa, un sistema que emplean desde hace al menos tres años.
Antonio Rodríguez, cazador de Alcoletge, es la persona autorizada para capturar conejos en el aeropuerto. Lo hace una vez al año, en periodos que oscilan entre cinco y ocho días. Esta vez las capturas empezaron el martes y, desde entonces, sus jaulas han capturado a 143. Son muchos, pero él afirma que hay menos que en años anteriores, cuando llegó a contar 280. Afirma que su método es más eficaz para reducir la población de conejos que las escopetas y redes.
Rodríguez acude dos veces al día al aeropuerto, de lunes a domingo, para revisar las trampas instaladas y desplegar otras vacías. Lo hace así para recuperar con vida a los animales capturados y evitar que mueran por deshidratación y estrés en las cajas trampa. Estas están diseñadas para no dañar a los animales e impedir que sufran heridas intentando escapar.
Sin embargo, el permiso para capturarlos prohíbe liberarlos en otro lugar y exige sacrificarlos “con un método reconocido como no cruel”, así que el cazador los lleva a un matadero. “Sacrificarlos es obligatorio, pero hay que darles una muerte digna”, afirmó Rodríguez. En cada salida debe identificarse ante agentes de la Guardia Civil para acceder al área restringida y, una vez allí, personal del aeropuerto le acompaña durante todo el recorrido.
A pocos kilómetros, en Alpicat, Torrefarrera y Rosselló, la abundancia de conejos y los daños que provocan a la agricultura han llevado a la Generalitat a declarar el estado de emergencia cinegética, que abre la puerta a batidas extraordinarias fuera de temporada.