Un organismo del Govern pide reducir la concesión de agua del Segarra-Garrigues

La oficina catalana del cambio climático recomienda en un informe reducir la concesión de agua “teórica” del Segarra-Garrigues ya que alerta de que, si se satisface toda su demanda (342 hm cúbicos de agua al año) y la del Canal d’Urgell el río Segre perderá hasta un 30% de su caudal. El informe insta también a revisar las concesiones hidroeléctricas.

Un informe europeo desarrollado entre otros por la Oficina Catalana del Cambio Climático (OCCC) del Govern concluye que la evolución del clima en los próximos años hará imposible “mantener las producciones agrícolas actuales” en la cuenca del río Segre por falta de agua y recomienda revisar la cantidad de recursos hídricos destinados al Segarra-Garrigues, aún en construcción y que en su proyecto inicial plantea utilizar hasta 342 hectómetros cúbicos de agua al año. Si se atiende esta demanda y la del Canal d’Urgell, señala el informe, el pantano de Rialb se podría quedar a partir de 2027 sin agua un mes al año. El informe sobre adaptación del Mediterráneo al cambio climático se desarrolla dentro del programa Life Medacc de la UE y lo encabezan la OCCC, que depende de la conselleria de Territorio, el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (Irta, de Agricultura) y el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-Csic). Sus conclusiones, presentadas ayer, se basan en la constatación de que el cambio climático ha supuesto un incremento de la temperatura global, que aumentará otros 1,2 grados para el periodo 2030-2050, explicó Gabriel Borràs, responsable de la OCCC. Incidió en la “preocupante” situación del río Segre, “en el ámbito de la agricultura, que habrá que replantear profundamente” por lo que las concesiones deben revisarse, añadió. Actualmente, en este ámbito están fijadas en 9.000 metros cúbicos por hectárea y año en la zona del Canal d’Urgell y en un máximo de 6.500 en el Segarra-Garrigues, si bien Borràs apuntó a que hay puntas de mayor consumo, por ejemplo, en el almendro. “La concesión teórica de agua” del regadío “se tiene que adaptar a un entorno cambiante”. Apuntó también que en el periodo 2030-2050 las precipitaciones podrían reducirse de un 5 a un 10% y que “hay que plantear qué tipo de producción queremos; a quién queremos alimentar o quién marca los precios”.

Añadió que las concesiones de agua para regadío son de un 30 a un 35% superiores a las necesidades hídricas de los cultivos y apostó por que sea la propia sociedad la que impulse la aplicación de estas medidas.

Tàrrega controlará las crecidas del Ondara

El ayuntamiento de Tàrrega ha instalado una estación de pluviometría en Civit (Talavera) en el nacimiento del río Ondara, y un sensor en el río Ondara en Cervera. La alcaldesa, Rosa Maria Perelló, explicó que el objetivo es detectar crecidas del caudal y prevenir riadas. El sensor ofrecerá información en tiempo real del estado del río. Esta tecnología permitirá a la policía local y a la concejalía de Servicios Municipales tomar medidas preventivas para evitar efectos como los de noviembre de 2015, con destrozos en la capital del Urgell por valor de 220.000 euros, o en El Talladell por valor de 4.800. Según Perelló, el acceso a los datos será abierto y cualquier vecino podrá conocer también a tiempo real la evolución de las crecidas del río. El coste del sistema es de 22.000 euros y una segunda partida de 6.000 euros de mantenimiento anual. En una segunda fase, la alcaldesa explicó que está prevista la instalación de un segundo sensor, a cargo del consell del Urgell, en Pallerols.

La presentación del nuevo dispositivo se llevó a cabo ayer por la mañana en Cervera, en junto al Ondara en Sant Pere el Gros. Otras localidades como Agramunt ya instalaron diversos sensores a lo largo del rio Sió con idéntico objetivo después de la rubinada, en este caso mortal, de 2015.