Condenado a 3 años por matar por error a un amigo en Albatàrrec

El juzgado de lo Penal número 3 de Lleida ha condenado a tres años de prisión a A.H. por apuñalar mortalmente a un joven de 21 años en la pista deportiva de la antigua escuela de Albatàrrec durante una pelea tumultuaria entre dos grupos de temporeros de nacionalidad rumana el 29 de mayo del 2016. La jueza da validez a la versión de la Fiscalía y los Mossos d’Esquadra, que consideraron que el acusado propinó accidentalmente “una cuchillada en el pecho a la víctima, que debió interponerse en su camino y al que no tenía intención directa de agredir ya que era parte de su grupo”, y le condena como autor de un delito de homicidio por imprudencia grave. Además deberá indemnizar a los familiares de la víctima con 135.050 euros (70.000 euros para los padres, 60.000 para tres hermanos y 5.050 por los gastos de fallecimiento). El ahora condenado, que negó ser el autor del apuñalamiento mortal, sí reconoció haber asestado una cuchillada a otro joven durante la reyerta. “Cogí el cuchillo del suelo y le di”. Por esta agresión ha sido condenado a otros dos años de prisión después del acuerdo al que llegaron las partes antes de que se celebrara el juicio. Es la misma condena que se ha impuesto a su nuera, que propinó un botellazo en la cabeza del joven. Ambos deberán indemnizarle con 25.000 euros.

La titular del juzgado de lo Penal 3 afirma que no alberga duda sobre la culpabilidad de A.H. como autor del apuñalamiento mortal y enumera un conjunto de indicios que pesan contra él como, por ejemplo, las conversaciones telefónicas investigadas por los Mossos d’Esquadra. Una de ellas es la que tuvieron la nuera con su pareja. “Puedo decir muchas cosas ¡No te olvides de lo que ha hecho tu padre!”, dijo la mujer al hijo del ahora condenado. También pone de manifiesto la sentencia que el acusado, que lleva más de un año en prisión, “incurrió en varias contradicciones” durante la investigación y el juicio oral. A su vez, asegura que el condenado “huyó del lugar (...), y resulta revelador la circunstancia de que los testigos ocultan a los investigadores la presencia del acusado en el lugar de los hechos”. La sentencia no es firme.