ESNOTICIA
Millennials en el campo, la nueva generación del canal
Acceden a la agricultura con planes públicos
Nacieron entre 1982 y 2004, como toda la generación Millennial, pero probablemente a diferencia de los urbanitas de esta comunidad conocen desde niños los entresijos de la profesión familiar. Son pocos los casos de jóvenes agricultores que han iniciado la actividad sin precedentes en la familia. Son hijos de internet, del nuevo milenio, de las redes sociales y la modernidad. Crecieron en una vida cómoda pero al llegar a la mayoría de edad se dieron de bruces con la crisis. Sin embargo, los millennials del campo conocen también como pocos qué es vivir a bordo de una economía cíclica, de épocas de esplendor y de crisis de precios. Son también hijos de los programas de incorporación de jóvenes al campo, con unas 500 o 600 horas de formación y por los que cobran aproximadamente entre 24.000 y 40.000 euros de ayudas que deben revertir en inversión en la explotación. También de los planes de mejora, y sin ambos programas difícilmente podrían haberse dedicado a esta, su profesión.
Tienen entre 30 y 40 años de vida laboral por delante y “muy mal tendrían que irnos las cosas para que lo dejáramos”, señala Èric Llobera, regante de Castelldans y defensor del Segarra-Garrigues. Las nuevas tecnologías permiten que “regar sea casi vigilar” (la finca es mucho más), frente a la vieja pala que había que levantar día y noche para dar paso al agua en el riego a manta. Los jóvenes del Segarra-Garrigues no son mayoría, pero tienen el reto de contrarrestar unas tasas de envejecimiento y despoblación que marcan el presente de las comarcas para evitar que sigan primando en el futuro.